Reconversión financiera: nuevos jefes para nuevos tiempos en la banca
"El modelo de un empleado que entra en el nivel más bajo de un banco y llega a la cúpula se ha terminado. No solo en la banca, también en las grandes empresas. El negocio está cambiando a gran velocidad y los mercados e inversores reclaman gestores transformadores y capaces de adaptar las empresas a la revolución digital", comenta Miguel Ángel Zuil, socio de la firma internacional de búsqueda de talentos Boyden.
En su opinión y la de otros colegas, estas condiciones explican los nombramientos bancarios de los últimos días: la llegada de Andrea Orcel (nacido en Roma, en 1963) como consejero delegado del Santander a partir de enero, en sustitución de José Antonio Álvarez (que pasa a ser número tres del grupo), y el futuro nombramiento de Carlos Torres (Salamanca, 1966) como presidente del BBVA en la misma fecha, relevando a Francisco González.
En Europa hace seis meses también ascendieron a Christian Sewing a la cúpula del Deutsche Bank, aunque en una situación apurada de crisis.
Los cambios en España son bien recibidos por los profesionales consultados por El País y coinciden en que los grandes bancos se preparan para los nuevos tiempos, aunque nadie sabe con seguridad cómo serán. Estos dos perfiles de ejecutivos gustan a los grandes inversores, que son los que mueven las cotizaciones, aunque están a la expectativa para ver su encaje.
Los profesionales consultados destacan de Orcel su gran trayectoria de banquero internacional (procede de la entidad suiza UBS) y su conocimiento de los inversores, un arma útil para vender bien las acciones del banco en el día a día, por una ampliación o una fusión.
Sin embargo, los analistas no ven al italiano con grandes conocimientos de banca comercial o digital (no tiene perfil propio en LinkedIn), un terreno en el que consideran que Torres le lleva la delantera, apunta Carlos Alemany, de la firma de recursos humanos Alemany & Partners. Otros profesionales señalan que Torres será una renovación del discurso digital del presidente, que ven debilitado tras dos décadas de exposición.
Declive bursátil
Los dos bancos han realizado los cambios cuando viven un declive bursátil: en los últimos doce meses, la entidad presidida por Ana Botín se ha dejado un 26,6% del valor frente al 27% de caída del BBVA. Yendo más atrás, la situación es similar; desde que la presidenta del banco cántabro tomó las riendas, en septiembre de 2014, su cotización ha descendido un 43 por ciento. Desde que Torres es consejero delegado, en mayo de 2015, los títulos han perdido un 39 por ciento. No obstante, no son los únicos bancos con caídas, ya que el sector internacional y español está sufriendo un duro castigo.
Vidas paralelas
Quizás estas vidas paralelas hayan llevado a los dos grandes a anunciar los nombramientos con 24 horas de diferencia, un hecho que no creen casual algunos expertos consultados que piden anonimato. "Tras el golpe de efecto del Santander, el BBVA no se podía quedar atrás porque era el que tenía más clara la renovación en la cúpula. La imagen también importa", indica un ejecutivo de una empresa que asesora al sector financiero.
En el caso de Torres, la llegada no ha sido tan sorpresiva como la del italiano Orcel, aunque ha llamado la atención el mal momento bursátil para González. No obstante, las fuentes consultadas creen que el nombre del consejero Jaime Caruana se barajó mucho como una posibilidad de ser presidente no ejecutivo.
Este modelo de contrapeso del poder en la cúpula es el preferido por el Banco Central Europeo, como señaló en abril pasado. "El supervisor les ha permitido mantener la presidencia ejecutiva, como tienen muchos competidores: Santander, Bankia, Sabadell... En el mundo anglosajón no es fácil de explicarlo, pero España es diferente", apunta un experto.
Carlos Alemany opina que el relevo de González por Torres "se ha hecho tarde, pero bien por la transparencia del proceso, algo que valoran los inversores". Ahora se abre un proceso de tres meses para elegir al consejero delegado que, según fuentes del BBVA, será un ejecutivo de la casa.
Este proceso, en el que nadie duda de que estará implicado González, es clave para los inversores. "Torres debe escoger a un ejecutivo con el perfil diferente del suyo, es decir, con más control del negocio puramente bancario y experto en riesgos para complementar con su gran visión estratégica", opina Alemany. "Todos estarán pendientes de cómo delega el poder", añade. Otros creen que ahora tendrá una doble agenda, futuro presidente y consejero delegado, complicada de gestionar.
El aterrizaje de Orcel es más enigmático. Creen que su visión estratégica se complementará con la de Botín, y aplicará más tensión y exigencia en los procesos de transformación, según Zuil. Otros apuntan que elevará el peso de la banca de inversión.
Preguntados por la razón de la sustitución de Álvarez, hay coincidencia en que el actual consejero delegado es un "excelente conocedor del detalle de negocio y ha hecho de puente entre la época de Emilio Botín y la actual", apunta Zuil, aunque tiene menor perfil de banquero internacional y transformador que Orcel.
Ahora el reto en el Santander es la cohabitación de Botín, Orcel y Álvarez. "No sé cómo será, pero conozco a Orcel y no creo que soporte más sombra de poder que la que le haga la presidenta", señala el máximo responsable de una firma financiera. Desde luego, la expectación es máxima y todos esperan resultados.
Éxito para pocos
Margarita Mayo, experta en el IE Business School en gestión del talento y nuevos modelos de liderazgo, considera positivos los cambios anunciados en el Santander y el BBVA "porque el perfil de los nuevos líderes está cambiando a gran velocidad".
Sin embargo, no oculta la dificultad de la tarea que tienen por delante. "El nuevo modelo de gestión es muy complejo, porque supone una transformación profunda y a gran velocidad".
Mayo apunta que "ya no se estila el jefe egocéntrico y narcisista, sino el que es humilde y con capacidad de aprendizaje y adaptación a las novedades, incluso con una cultura positiva ante el fracaso, algo poco frecuente en España".
Esta experta, autora del libro Atentamente, permanecer auténtico en liderazgo y vida, considera que "solo el 30% de las iniciativas de cambio tienen éxito", según su experiencia. "Los problemas de falta de confianza de los líderes o su escasa visión de largo plazo hacen que los proyectos no lleguen a buen puerto", indica la profesora del IE Business School.
Mayo recuerda la profunda cultura del banco Santander, "como empresa familiar, con arraigo en la propia capital de Santander y principios muy claros impuestos por Ana Botín".
Todo esto es lo que se va a encontrar el nuevo consejero delegado, Andrea Orcel, que viene con una formación diferente, recuerda. Carlos Torres, futuro presidente del BBVA, y Orcel saben que los inversores quieren resultados "porque las posibilidades de inversión son muy amplias", señala un experto.
- Carlos Torres, BBVA: Se incorporó al grupo en 2008 y en 2014 asumió la dirección del área global de banca digital del BBVA.
- Andrea Orcel, Santander: El ejecutivo italiano cuenta con una larga trayectoria en la industria, incluyendo su paso por el banco suizo UBS
Iñigo de Barrón