"Reducir el déficit sin dejar de mirar la pobreza"
-¿Cómo sale la Argentina de la compleja situación económica en que se encuentra?
-Primero, se deben corregir tres desequilibrios macroeconómicos fundamentales: la elevada inflación, el atraso cambiario y de tarifas de los servicios públicos, y el enorme déficit fiscal. El gran desafío para el próximo gobierno será que la corrección de los atrasos de precios, que van a ayudar a reducir el déficit fiscal primario, es sumamente inflacionaria en el corto plazo.
Lamentablemente, se trata de un costo que hay que pagar para resolver los problemas que se acumularon en los últimos años, pero puede atenuarse si se genera credibilidad y se cuenta con financiamiento externo.
Hacer esto es el primer paso para recomponer la competitividad del país, lo que -en definitiva- va a redundar en un incremento de las exportaciones, la inversión, y por ende, de la producción y el empleo en el sector privado.
En segundo lugar, debe avanzarse en una reducción de la significativa presión fiscal, otro factor fundamental para intentar mejorar la competitividad de la economía local. En tercer lugar, debe renovarse el marco regulatorio del sector energético -actualmente con un gran déficit- para generar los incentivos adecuados que permitan recuperar el autoabastecimiento. Este es otro pilar para la competitividad.
-¿Hacer esto está reñido con la justicia social y la preocupación por los que menos tienen?
-No necesariamente estas medidas estén del todo reñidas con la justicia social y los que menos tienen. El desafío será combinar la reducción del déficit fiscal, que es necesaria para conseguir la estabilidad macroeconómica, con una sustancial mejora de la eficiencia de las políticas públicas, en especial, en salud y educación.
A mediano plazo, el objetivo del próximo gobierno debe ser que las personas puedan ganar su sustento en empleos realmente productivos y no con planes sociales y empleos de baja productividad en el sector público.
-Si se sale de esta situación, ¿cómo nos aseguramos de no volver o de sufrir otra crisis como las recurrentes en la Argentina?
-Se requieren ciertos consensos en cuestiones clave. Por ejemplo, la dirigencia del país en todos los ámbitos (de la política, social, cultural y religiosa) debe tomar conciencia de la importancia de mantener ciertos equilibrios macroeconómicos básicos; la ciencia económica y la historia económica -en especial de la Argentina- demuestran claramente las tremendas consecuencias de no hacerlo. Evidentemente, todas estas medidas no son suficientes pero son necesarias para que el país para comience a progresar. Son las condiciones ineludibles.
El autor es economista socio de C&T Asesores Económicos
Camilo Tiscornia
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