Bolsonaro-Fernández. Los negocios detrás de una pelea de US$26.998 millones
Es conocido que la relación entre el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y el presidente electo de la Argentina, Alberto Fernández, es tensa, y eso causa incertidumbre sobre cómo será el vínculo entre ambos países.
Todas las semanas hay episodios en donde se lanzan misiles verbales, como la confirmación del brasileño de que no asistirá a la ceremonia de asunción presidencial o los pedidos de Fernández por la liberación de Lula da Silva.
Pero la disputa no es sólo lingüística. Los dos países están conectados comercialmente y una relación poco diplomática pone en riesgo el equilibrio económico de la Argentina: Brasil es el segundo entre los principales socios comerciales del país y es el principal miembro del Mercosur. El intercambio comercial entre ambas naciones alcanzó en 2018 los US$26.998 millones. Mientras el año pasado se exportaron bienes por US$11.304, se importaron por US$15.694. Sólo en septiembre pasado, el intercambio comercial fue de US$1633 millones. Dicho de otra manera, en menos de tres meses ambos países tienen un comercio que supera el valor de YPF, la empresa industrial más grande de la Argentina.
"Brasil y la Argentina son socios económicos y se necesitan. Tenemos una industria y cadenas de valor integradas", dijo a LA NACION Eva Bamio, analista de la consultora Abeceb. En septiembre, el intercambio con el país vecino arrojó un superávit de US$13 millones, según datos del último informe de comercio exterior publicado por el Indec. El saldo a favor de la Argentina ese mes se explica por exportaciones por un valor de US$823 millones e importaciones por US$810 millones.
Si se toma en cuenta el informe de la Cámara Argentina de Comercio en base a los datos oficiales brasileños, el balance comercial entre la Argentina y Brasil en octubre dejó un superávit de US$290 millones, en tanto el comercio bilateral totalizó U$S1666 millones.
Brasil no es clave sólo por la suma de exportaciones e importaciones, sino también por el tipo de comercio que existe entre ambos. "La composición del intercambio entre los dos países es diferente a la que tienen con el resto del mundo", indicó Bamio. En ese sentido, la Argentina exporta al mundo más que nada productos y manufacturas agropecuarias, mientras que con Brasil se trata de manufacturas de origen industrial con mayor valor agregado. Esto significa que Brasil es el principal mercado para los bienes industriales locales.
En septiembre hubo un superávit de US$13 millones en el intercambio con Brasil.
Se trata de una relación de mutua dependencia, dado que las exportaciones argentinas son fundamentales para abastecer a algunos sectores industriales de Brasil, como el automotor, el químico o el plástico. Los números lo confirman.
Según datos del Indec, en el acumulado anual hasta septiembre, las exportaciones a Brasil significaron US$7.672 millones, de los cuales el 65% fueron por manufacturas de origen industrial, como material de transporte terrestre, productos químicos, material eléctrico, cauchos y manufacturas plásticas. A su vez, en materia de importaciones, durante los primeros nueve meses del año llegaron al país bienes intermedios (39%), micros (21%) y piezas y accesorios para bienes de capital (17%).
"A Brasil no le somos tan indiferentes como le puede pasar con, por ejemplo, Vietnam. Ellos se abastecen sus cadenas con nuestros productos", añadió. Que haya complementariedad entre ambas industrias es positivo y ayuda a que la relación entre los países sea buena, más allá de las particularidades de sus líderes. "Aunque son economías que compiten, tienen cadenas productivas complementarias y se necesitan mutuamente. Nadie va a hacer problema donde se pueda paralizar la cadena", agregó. Los lazos de intercambio son fuertes, ya que la matriz productiva está integrada.
De la región al mundo
La relación con Brasil también tiene que ver con el rol que ocupa en el Mercosur. Si bien durante los primeros nueves del año el comercio con el Mercosur concentró sólo 19,6% de las exportaciones argentinas y el 25,4% de las importaciones, el bloque económico es influyente de cara a negociaciones comerciales a futuro con otros, como la Unión Europea.
"Para la Argentina el Mercosur es importante, porque le permite desde la región salir al mundo", sostuvo Bamio, quien recuerda que, a principios de su gestión, Bolsonaro decía que quería irse del bloque regional integrado. Sin embargo y a pesar de los dichos del mandatario brasileño, se avanzó en negociaciones que a priori no parecían ser de interés para Brasil, como las del acuerdo con la Unión Europea y la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), integrada por Noruega, Lichtenstein, Suiza e Islandia.
Además, explicó, el bloque permitió a muchos sectores industriales argentinos exportar a la región y ganar productividad. "Sin el Mercosur por ahí no tendríamos el mercado automotriz que tenemos hoy. Al final del día el balance es bueno. La gran pregunta del Mercosur es cómo lograr consolidarse como región para salir al mundo", observó. Bamio.
Los dos países se necesitan para salir al mundo