Se abre una semana donde la recomendación es tener cautela
En el frente externo, la posibilidad de una guerra comercial entre China y Estados Unidos pone en alerta a los inversores; en lo local, sigue la incertidumbre
Los mercados volvieron a tener una semana complicada y la volatilidad volvió a saltar. Estadísticas señalan, de hecho, que el VIX -termómetro de incertidumbre, o miedo- se ha disparado más de 20% en seis ruedas en lo poco que lleva el año, lo que no ocurría desde 2014. Nada que deba asombrar. Por algo, la recomendación de cierta mayor cautela de corto plazo se mantiene, con validez para lo externo como lo local. Así el movimiento de los índices de acciones podemos decir sigue encuadrado dentro de una lateralización, en la que lo que monitoreamos es la zona de piso o niveles claves que de romperse podrían llevar a profundizar la corrección. Acá se habla, puntualmente, de niveles de 2580-2585 para el S&P500 (donde se encuentra una soporte técnico clave) y de 3500 puntos para el Merval. El techo se mantiene por debajo de los máximos marcados en enero. El viernes, como referencia, el S&P500 cerró en 2588, dejando una señal de alerta importante, y el Merval, en 31533 puntos.
Incluso esta vez ni las razones sorprendieron. Se sabía de antemano, que dos temas externos seguirían determinando principalmente el comportamiento de las cotizaciones. El primero era la política monetaria, con la reunión de la Fed a mitad de semana, y el segundo apuntaba a lo político (con Trump en el centro de la escena). Ahora bien, ¿cuál gatilló la corrección? El último. Anuncio de nuevos aranceles apuntados ya en concreto a China llevaron a renovar los temores de una guerra comercial; y con ello, a amenazar de fondo uno de los fundamentals más positivos que tiene el mercado: el crecimiento. Tampoco ayudaron es cierto, algunas noticias corporativas, como la de Facebook y la filtración de datos. Aunque se puede decir que esta se relaciona también a lo político y, específicamente, al presidente americano.
Tema comercial o político que hay que entender se arrastrará a la semana que comienza como driver principal. Los análisis, no hay dudas, se mantendrán sobre el impacto de estas medidas, y lógicamente las represalias -algunas ya avanzadas- de China. En este camino, los inversores seguirán midiendo que tan probable finalmente sea caer en una guerra comercial, que pueda terminar en una recesión. Probabilidad que no es aún alta, pero que sí apareció como riesgo potencial en las últimas semanas. Los sondeos realizados por diferentes bancos lo han comenzado a considerar, mientras que el view de los inversores se va modificando. La última encuesta sobre el sentimiento de los inversores individuales de la AAII (American Association of Individual Investors) apuntan a una dirección neutral del mercado para los próximos seis meses (38%) marcando un nivel cerca de su máximo histórico y en alza desde algunas semanas, contra una esperada tendencia alcista y bajista con cada vez una menor diferencia (33% vs 28.5%).
Escenario que convalida la posición de que no se estaba bajo un viraje de la tendencia de fondo, pero que habrá que acostumbrarse a un escenario diferente al del año pasado.
Incluso no hay que olvidar las señales de política monetaria en el mundo como otro driver de incertidumbre. La reunión de la Fed llevó cierta tranquilidad en este punto, entendiéndose que no se espera una mayor agresividad de corto, pero es real que esto no implica que los inversores deberán seguir estando atentos de las presiones inflacionarias como el principal disparador de la volatilidad. Acá, esta semana, habrá algunos nuevos indicios que llegarán desde la agenda macro.
Ahora, esto debe llevar directamente a hablar de lo local. Se marcaron más arriba niveles de piso clave para el Merval, mientras que se evidenció como rasgo de la creciente incertidumbre, la caída en los negocios y la selectividad que debe empezar a verse validada en los fundamentals. Insistimos en este punto. De hecho, la realidad es que sin nuevas noticias o catalizadores positivos sólidos en lo local, no se logrará evitar acoplarse a lo que suceda en el exterior. En especial, si es negativo.
Incluso como dato acá, no es menor entender que los feriados de jueves y el lunes, nos mantendrán afuera de lo que suceda en los principales mercados con lo que, no sería de extrañar, que en la semana (ultra corta y antes de un fin de semana extra largo) los inversores profundicen aún más la cautela adoptando posiciones más conservadoras; en especial, para quienes no eviten exponerse a mayores riesgos. Algo que no sólo vale para las acciones, sino también para la renta fija.
En tanto, como dato propio, estará la reunión del Comité de Política Monetaria el martes. Un dato que es sensible a la elección entre pesos y dólares de las carteras, junto con el comportamiento del dólar. Para dar cierta tranquilidad, en este punto al menos, se cree que el BCRA no modificará la tasa (manteniéndola en el 27,25% anual) con lo que la curva de Lebacs no debería reflejar grandes cambios y el dólar seguirá con una cancha marcada por las intervenciones limitando las presiones alcistas posibles de observarse sean por lo local, como por lo externo.
- 27,25% tasa: Es el nivel en que se espera que el BCRA mantenga la tasa anual de referencia; la curva de Lebacs no debería mostrar gran cambio