Malhumor financiero. Se acentuó la caída de los bonos a la espera del dato de inflación
El Par en pesos cotiza al 26,3% de su paridad
Los principales bonos argentinos volvieron a desvalorizarse ayer en medio de un contexto de negocios enrarecido, a la espera del postergado dato de inflación de marzo, una información que tiene directa incidencia sobre los títulos emitidos en pesos indexados, que representan el 37% del total en papeles de deuda en circulación.
La apatía de los inversores, que ayer volvieron a negociar cantidades mínimas, se relaciona con el convencimiento de que el Gobierno volverá a difundir un índice de precios que no tendrá en cuenta la fuerte aceleración que mostró la inflación en marzo, una situación que se agravó con el prolongado paro del campo.
Diversos estudios privados estiman que el ajuste en los precios al consumidor fue generalizado el mes pasado -algo fácil de comprobar con sólo recorrer comercios-, lapso en que la tasa de inflación habría promediado un alza superior al 3 por ciento.
Sin embargo, se descuenta que el Gobierno volverá a manipular la medición para entregar una cifra hasta tres veces inferior, profundizando una conducta que adoptó desde la intempestiva y nunca aclarada intervención en el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), un organismo que, vale recordar, debería ser autárquico.
Ayer, el bono de Descuento en pesos cayó 0,58%; mientras que el Bogar 2018 perdió 0,93%; el Bocon Pro 13 se desvalorizó 1,45%, y el Par en igual moneda retrocedió 0,52% por ciento.
Para dimensionar el efecto que la intervención en el Indec tuvo en la valorización de este tipo de bonos cabe recordar que el Par cotizaba a $ 58,35 antes de que, en junio pasado, los inversores se convencieran de que el Gobierno persistiría en la manipulación de las cifras inflacionarias. Hasta allí, consideraban que esa decisión obedecía a una táctica circunstancial que buscaba contener las demandas salariales al reducir las expectativas inflacionarias.
Ayer ese mismo bono cerró a $ 38,05 por cada lámina de 100 originalmente emitida, con lo que cotiza a una paridad del 26,3%, menor que la que el mercado asigna a algunos de los bonos de la deuda que, por no haber participado de la última reestructuración, se mantienen impagos desde hace más de seis años.
La malaria se extendió a los bonos en dólares (cayeron de 0,20 a 0,80% ayer) desde que el irresuelto conflicto con el campo dejó a los analistas haciendo cuentas sobre el impacto que esa protesta puede tener en las distintas variables macroeconómicas y políticas locales.
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