Se desplomó la actividad de la construcción en junio
La construcción volvió a dar muestras de estancamiento. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó ayer que la actividad en junio registró una baja interanual del 6,6%, aunque igualmente el primer semestre del año cerró con una suba del 8,8%, gracias a los fuertes incrementos que se habían acumulado en los primeros meses de 2008.
La baja de junio fue la primera que se registra en los últimos 15 meses, ya que en marzo de 2007 la industria había sufrido un descenso del 0,4 por ciento.
Para encontrar una caída tan importante como la del mes pasado hay que retrotraerse hasta noviembre de 2002, cuando la construcción todavía vivía los efectos traumáticos de la salida de la convertibilidad y la actividad del sector sufría una caída del 11,9 por ciento.
La merma en la construcción fue acompañada por una baja en los niveles de expectativas de los empresarios del sector. En el caso de las constructoras dedicadas a las obras privadas, apenas el 12% de las consultadas señaló que esperaba un incremento de la demanda, mientras que el 58% creía que el nivel de actividad no sufriría cambios y el 30% pronosticaba una caída en el ritmo de negocios.
El panorama es un poco más pesimista entre los empresarios dedicados a la obra pública. En este caso, apenas el 11,1% sostuvo que aguardaba un crecimiento para lo que resta del año, contra el 44,5% que estimó un ritmo estable y un 44,4% que proyectaba una disminución de su trabajo.
En tanto, las ventas de insumos para la industria tuvieron un comportamiento dispar el mes pasado, con subas muy importantes en ladrillos huecos (38,6%) y pisos y revestimientos (5%) y descensos en asfalto (43,1%), pinturas (13,9%), cemento (10,9%) y hierro redondo (9,3 por ciento).
Perspectivas negativas
La caída en el nivel de actividad informada por el Indec se suma a otros datos negativos ligados a la construcción, como la fuerte baja registrada en el número de permisos de nuevas edificaciones en la Capital Federal, que en la primera mitad del año cayó un 27 por ciento.
En el sector atribuyen la baja en los niveles de actividad a una combinación de factores, entre los que sobresalen los aumentos en los costos de la construcción, la incertidumbre económica provocada por el conflicto del campo -en junio hubo dos paros, uno de ellos con cortes de ruta- y hasta un cierto nivel lógico de saturación en la construcción en la ciudad de Buenos Aires, después de cinco años casi ininterrumpidos de fuerte crecimiento.