Se oponen los bonistas a registrarse como acreedores
Sostienen que es una estrategia del Gobierno para demorar la renegociación de la deuda
Los bonistas acreedores de la Argentina creen que el Gobierno sólo busca demorar el proceso de renegociación de la deuda en default con la apertura del registro anunciada a fines del año pasado.
A 10 días de conocer el último paso dado por el Palacio de Hacienda, tenedores de títulos argentinos, alemanes, italianos y de los Estados Unidos expresaron que la decisión oficial provocará mayores cortocircuitos con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Casi sin excepción, el anuncio oficial fue recibido en forma negativa por los acreedores privados, que creen que el Gobierno ya cuenta con la información suficiente como para lanzar una oferta.
Consultados por LA NACION en Berlín, Nueva York, Buenos Aires y Roma, los inversores coincidieron en señalar que el Ministerio de Economía no podrá lograr su objetivo de inscribirlos para negociar con grupos representativos.
Poco inteligente
Stefan Engelsberger, de la Comunidad de Intereses Argentinos, sostuvo que la propuesta oficial no parece muy inteligente.
"El Gobierno debe desarrollar una discusión justa con los grupos y realizar una oferta, nada más. El resto forma parte de una estrategia para demorar la negociación", indicó Engelsberger desde la capital alemana.
Engelsberg, que lidera un grupo con tenencias en bonos argentinos por 200 millones de euros, afirmó que no se inscribirá en el registro argentino. Opinó el alemán: "El propio FMI está perdiendo la paciencia, por la presión que estamos haciendo los bonistas en mi país y en Italia sobre nuestros gobiernos".
En Buenos Aires, Angélica Bergonzi, de la Asociación de Damnificados por la Pesificación y el Default, pidió precisiones al Gobierno y aclaró que, en realidad, toda la información sobre los bonos locales ya está en manos de la Caja de Valores.
"No sabemos si ésta es una forma de dilatar la negociación; si el Gobierno tiene intención de hacer una propuesta seria no corresponde, ningún registro de acreedores. Esto sólo dilata el proceso", indicó.
El Palacio de Hacienda informó que abriría un registro voluntario a los fines de facilitar y progresar en el proceso de reestructuración de la deuda con los acreedores privados. El ministro de Economía, Roberto Lavagna, ha expresado que el objetivo del registro es dejar a un lado a los grupos que presionan sobre el FMI y que no representan a los acreedores, sino que buscan hacer negocios con comisiones y juicios contra el país.
Sin embargo desde Roma, Mauro Sandri, del Comitato Creditori Argentina, dijo: "Si el Gobierno busca a los verdaderos representantes de los acreedores, no está mal, pero a nadie le interesa este registro y no nos vamos a anotar".
"Después de dos años de puras palabras se necesita una iniciativa concreta del Gobierno, no de simple estética y sin ningún sentido práctico", disparó Sandri desde la capital italiana.
Sandri adelantó que, luego de los juicios que el comité planteó contra el país y contra los bancos que vendieron bonos argentinos, este año iniciarán una acción legal en contra del Fondo Monetario porque, en su opinión, son los principales responsables técnicos de esta crisis.
Para Sandri, con sus últimos anuncios el Gobierno demuestra que "está desesperado porque no tiene ninguna estrategia, ni siquiera una mala estrategia; y esto va a incrementar la lucha de los acreedores en la Justicia".
Sin más paciencia
En este sentido, desde Nueva York, un representante de un grupo de bonistas que pidió no ser identificado afirmó que la paciencia de la gente se agotó y quelos juicios se van a multiplicar.
La fuente sostuvo que el argumento oficial que indica que el registro permitirá saber quiénes son los acreedores reales no tiene sentido, ya que el Gobierno hizo una propuesta unilateral y no piensa cambiarla, con o sin registro. "Para nosotros es otra táctica de mala fe", sentenció.
En este sentido, en Buenos Aires, otra fuente relacionada con los bonistas indicó que el Gobierno debe negociar con los comités consultivos que ya se formaron el año pasado.
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