Mercado de Valores. Señales favorables alimentaron la bonanza
Escenario: los negocios con bonos y acciones se vieron alentados por diversos factores en el plano financiero que permitieron sostener los precios.
Si bien a los negocios con activos de riesgo locales no les fue nada mal durante el mes último, la abundante liquidez mundial y la aparición de diversas señales domésticas ayudaron para marcar a fuego la tónica ascendente de los mercados durante las primeras ruedas de octubre. Algunas dudas existieron al comenzar el ciclo en las principales mesas de dinero del microcentro, debido a que el panorama se presentaba difícil para los inversores.
Con el dato laboral de los Estados Unidos pendiente, y con la mala performance del volumen operativo adquirida, todo indicaba el mantenimiento de las posiciones compradas a la espera de los acontecimientos.
Señales
Pero antes de esto, iban a aparecer razones de peso para que la demanda se jugase para incrementar sus carteras. Una de ellas fue la colocación del nuevo bono global por 1000 millones de dólares a 10 años de plazo, con una tasa anual del 11% -la más baja de las colocaciones desde el tequila-, y que resultó exitosa debido a la excelente respuesta de la comunidad financiera internacional. La prestigiosa agencia calificadora de crédito Moody´s , la cual le asignó al título la categoría B1, le otorgó su voto de confianza a la nueva conducción del equipo económico, ya que superó importantes escollos en muy poco tiempo. Tras la renegociación exitosa de las metas fiscales con el FMI, ahora espera la aprobación de la nueva carta de intención para fin de mes.
Si bien algunos al principio minimizaron este financiamiento, debido a que será destinado simplemente para cerrar el déficit fiscal, luego fue tomado como un disparador de expectativas, por las mayores posibilidades que encuentra la Argentina ante la banca mundial para realizar una reprogramación de la deuda.
Esto fue reflejado inmediatamente en los precios alcanzados por los Brady argentinos en Manhattan, que con volúmenes de gran nivel desnudaron el interés de los capitales de fondos emergentes, debido a que el canje de deuda había tomado una mayor forma, a pesar que el ministro Roque Fernández saliera a poner paños fríos a la situación, para no recalentar los precios de los bonos.
Ante este buen estímulo internacional, el mercado les restó importancia a los bajos ingresos alcanzados por la recaudación de septiembre, que confirmaron una posible desaceleración de la reactivación, tras el peso del reciente paquete de medidas fiscales.
El buen clima siguió perdurando. Según los pequeños agentes de Bolsa -quienes carecen de información privilegiada- aseguraron que desde el ámbito local también aparecieron razones para aumentar la posición nuestros títulos. Por ejemplo, el mayor empuje encarado por el presidente Menem hacia las reformas pendientes.
Se sabe que el tema de la flexibilización laboral llevará su tiempo, pero los agentes financieros descartan que tendrá la fuerza necesaria para doblegar a los sindicalistas, la misma que utilizó para terminar con los cortocircuitos de su partido.
Selectividad
Con un mercado en bonos firmes, los fondos del exterior comenzaron a entender que el sector accionario local se encontraba atrasado, y comenzaron a arbitrar posiciones cortas de títulos hacia acciones, canalizando las compras en aquellos papeles de sectores más volátiles, como el caso de las automotrices y las telefónicas. A medida que pasaban las ruedas, el volumen efectivo en el piso fue acomodándose a las circunstancias, elevando el promedio por sesión a 19 millones de pesos.
También existió una gran razón para el mantenimiento del sesgo alcista: los ejercicios anticipados.
Con todas las noticias a favor, en algunas plazas resultaba muy difícil comprar en cantidad, ya que debido a los niveles alcanzados por el mercado, los bancos comenzaron a jugar un partido aparte, al correr a los vendidos con los ejercicios anticipados, lo cual generó un efecto multiplicador en la constante de las compras.
Novedades
A partir de octubre existieron algunas novedades en el mercado. Para empezar, la última cartera teórica de los índices bursátiles pasó a totalizar 29 especies, al introducirse Siderar. Cabe recordar algunos puntos fundamentales de esta empresa, que ahora se asoma al panel principal.
La compañía otorgó la operatoria del puerto San Nicolás a Portia LTD y Clarke Chapman de Inglaterra por un plazo de 12 años, lo cual podría brindarle a Siderar un ahorro de 20 millones de pesos. Según el departamento de research del Banco Río, sus estimaciones de ganancias para el año fiscal de 1997 han pasado de $ 67,8 millones a $ 74 millones, por cuya razón recomendó "comprar".
Otra de las novedades fue la apertura de los negocios con acciones en el Sinac. Este sistema produce la concertación de operaciones en forma automática, y utiliza para ello las ofertas de compra y venta cuyos precios son compatibles. Esto en gran medida fue una buena noticia para los operadores minoristas, ya que cuenta con la garantía del Mercado de Valores y reduce las operaciones entre bancos.
El informe del departamento de trabajo de los Estados Unidos, con una reducción del empleo de 40.000 puestos -un dato muy sorpresivo- ayudó para generar la euforia de la Bolsa de Nueva York y del resto de los bonos emergentes, ya que la tasa de largo se derrumbó al 6,74%. Ante este contexto de firmeza, la plaza local cerró más calma, como indicando la posibilidad de un serrucho para consolidar precios.
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