Sin crédito, buscan alternativas para la vivienda

La falta de crédito hipotecario llegó para quedarse, y ante el nuevo escenario se multiplican los proyectos alternativos para paliar el déficit de vivienda y facilitar el acceso para millones de familias de clase baja y media.

La principal conclusión del 2° coloquio que organizó la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV) es que al menos en el corto plazo la única salida para impulsar el mercado de la vivienda pasa por la búsqueda de propuestas heterodoxas, en un abanico que abarca desde los planes de ahorro previo hasta la réplica del modelo chileno de unidades de fomento, pasando por el impulso de fondos fiduciarios como el oficial Pro.Cre.Ar o la búsqueda de acuerdos mixtos como las zonas francas urbanas de Montevideo.

En el coloquio realizado ayer en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, la sensación compartida por los empresarios del rubro –desde constructores hasta inmobiliarias, pasando por desarrolladores y fabricantes de insumos– es que el déficit de viviendas que enfrenta la Argentina llegó para quedarse y que cualquier solución demandará al menos diez años de trabajo sostenido. A nivel nacional se necesitan 3,3 millones de viviendas, y, lejos de empezar a solucionarse, año a año el problema se agrava.

"La mitad de los argentinos reconoce que tiene problemas de vivienda, ya sea porque vive en una casa que no es apta para habitar o porque quiere mudarse y no puede", reconoció Gustavo Llambías, vicepresidente de la AEV. "La demanda anual de viviendas nuevas es de 230.000 unidades y todos los años se construyen un poco más de 200.000 viviendas, de las cuales 40.000 corresponden a planes oficiales y el resto están a cargo de privados. De este total, además hay un porcentaje que finalmente no se habitan, con lo cual todos los años se incrementa el déficit en cerca de 70.000 viviendas", agregó Llambías.

Frente a este escenario, los empresarios del rubro ayer presentaron diferentes alternativas.

• Los planes de ahorro previo: la modalidad que se popularizó en las décadas del 70 y 80 para la venta de 0 km ahora está creciendo en el interior del país y promete extenderse a Buenos Aires. "Estamos ofreciendo un sistema comercialización de viviendas a través del ahorro previo, pensadas no para el inversor sino para el consumidor final, con cuotas que se actualizan a través del índice de la construcción. La premisa con la que trabajamos es que al comprador lo que le importa es el valor de la cuota y no el precio final", señaló Gustavo Ortolá, socio de la desarrolladora GO, que ya lanzó este modelo de negocios en las ciudades de Mendoza, San Luis y Villa Mercedes.

• Las unidades de fomento: la idea es replicar el sistema de moneda virtual para ahorrar y financiar los proyectos de construcción que implementó Chile hace más de 40 años. "Chile es el único país de América latina que logró superar el problema de las villas miseria gracias a la creación de las unidades de fomento, que permiten que la gente ahorre en esta moneda virtual y a la vez financie los nuevos proyectos", señaló Guillermo Laura, presidente de la ONG Metas Siglo XXI.

• Las zonas francas urbanas: para fomentar las viviendas económicas, las desarrolladoras inmobiliarias uruguayas optaron por presentar un plan al gobierno de su país que impulsa la creación de zonas francas urbanas, en las que los proyectos de construcción en zonas menos privilegiadas están exentos del pago de impuestos. "Hace un año se aprobó el proyecto y ya se presentaron proyectos por US$ 400 millones. El objetivo es canalizar la inversión privada que se destinaba a la construcción de torres suntuarias a las viviendas económicas", explicó Julio Villamide, director de Appcu, la cámara que reúne a los desarrolladores uruguayos.

• Los planes oficiales de viviendas: en este caso todas las fichas están puestas en el plan Pro.Cre.Ar, que se anunció hace seis meses y que todavía no puede mostrar grandes resultados. De hecho, ayer el gerente de Desarrollo de Viviendas del Banco Hipotecario, Fernando Agüero, reconoció que desde su lanzamiento se llevan entregados 1200 créditos y que hay otras 8000 solicitudes "dando vueltas".

Una deuda difícil de saldar

• Déficit habitacional
  
  El déficit de stock de viviendas en la Argentina alcanza a 3,3 millones de unidades. El problema, lejos de solucionarse, se agrava todos los años, con un incremento de 70.000 unidades
• Problema generalizado
  
  El 60% de los hogares argentinos además admite que enfrenta problemas de vivienda, ya sea porque está viviendo en una casa no apta para habitar o porque desea, pero no pueden mudarse a otra vivienda