Emprendedores. Soluciones en el surtidor
Un argentino desarrolló tecnología para los combustibles
Si hace quince años alguien le hubiera dicho a Daniel Tobal que su idea de crear demanda de soluciones informáticas en el sector petrolero culminaría en una empresa multinacional que factura US$ 65 millones en América latina, probablemente no lo habría creído.
Tobal y su equipo desarrollaron YPF Serviclub y el surtidor automático de Shell, entre otras innovaciones. Este argentino, de 37 años, fundó en 1996 la firma Sistemas LA, la primera del país en desarrollar soluciones específicas para el negocio minorista petrolero. Lo hizo con el apoyo del grupo italiano Logitron, que colocó el capital inicial de 150.000 dólares, y luego la compañía fue adquirida por Gilbarco.
El año último, la firma fue comprada por el grupo Danaher, que factura US$ 4000 millones al año, y la fusionó con otra compañía para crear Gilbarco Veeder-Root. Así terminó por consolidarse una firma que está presente en América latina y Europa y provee soluciones a ambas regiones desde la Argentina.
"A los 18 años me encontré trabajando por una beca en NCR, que luego sería AT&T. Estuve en el área técnica hasta que a los 25 me pasaron a Estados Unidos para desempeñarme en el área de venta de servicios." Luego, Tobal volvió al país como gerente de servicios en el área de finanzas, hasta que en 1995 lo contactó la firma Logitron, un grupo italiano distribuidor de surtidores e interesado en hacer negocios en el país. "Cuando me ofrecieron la oportunidad de desarrollar un proyecto mío los niveles de adrenalina subieron y acepté", agregó el analista de sistemas, casado y con dos hijos.
Así, el actual vicepresidente para Iberoamérica de Gilbarco Veeder-Root le propuso al grupo italiano hacer la empresa desarrolladora de soluciones para el segmento petrolero, Sistemas LA. La firma ideó una solución para el control de todas las ventas minoristas del sector y obtuvo la licitación de YPF para implementar el programa Red XXI.
Facturación
En el primer año facturó $ 1 millón y ya en 1998 la cifra había ascendido a $ 20 millones. En 2000, Logitron fue comprada por Gilbarco, una fabricante de surtidores, y adoptó su nombre. "Ellos buscaban una firma que pudiera generarles clientes y que se acoplara a su negocio; por eso, cuando compraron nuestra empresa madre nos capitalizaron con $ 3 millones y nos pusieron al frente de todas las operaciones", afirmó el empresario.
"Mi idea era ir desarrollando un mercado que se desregulaba con nuevas necesidades. Y siempre tuve en claro que quería trabajar con gente joven, recién egresada, y pasantes. Ahora que somos parte de Danaher seguimos al frente y trabajando con la misma gente", señaló.
Hoy, la empresa, que opera con el nombre Gilbarco Veeder-Root, abastece a Repsol YPF, Shell y Pemex, por mencionar algunas firmas. El año último facturó US$ 65 millones en América latina, de los cuales 23 millones son por las operaciones en el país.
Ofrece dispensadores, telemedidores de tanques, bombas sumergibles y los sistemas automatizados de gestión ideados por el equipo argentino, entre otros productos. Y desde el call center que tiene en nuestro país soporta las soluciones de toda América latina. El emprendedor estableció un programa para empleados por el cual pueden patentar inventos y luego cobrar los royalties correspondientes.
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