Suben fuerte los precios, con la virtual aceptación de Moreno
En tres meses la canasta básica aumentó 8,9% y sólo rigen los controles para los 500 artículos que tienen sus valores congelados
En los hechos, el modelo de control de precios que impuso Guillermo Moreno hace más de cinco años llegó a su fin. Desde el congelamiento de una canasta de 500 artículos, en junio, rige una virtual liberación para el resto de los más de 10.000 productos de la canasta básica, que en tres meses acumulan una suba promedio de casi 9%.
Según un relevamiento de la consultora Elypsis, desde que, a mediados de mayo, la Secretaría de Comercio Interior dio por finalizada la primera fase del congelamiento de precios y autorizó las primeras subas a Coca-Cola, prácticamente todos los artículos que se comercializan en los supermercados y cadenas de electrodomésticos tuvieron algún aumento, con la excepción de los 500 productos de la fase dos del congelamiento de precios.
El proceso generalizado de aumentos –sólo en julio Elypsis dio cuenta de incrementos en el 64,3% de los más de 100.000 precios que releva mensualmente en los supermercados y las cadenas de electrodomésticos– es acompañado por la desaparición del esquema de ajustes diferenciales que venía instrumentando Moreno desde 2008 y que clasificaba a todos los productos que se venden en esos locales en tres categorías: masivos, selectivos y premium.
Este modelo se basaba en la idea de que los aumentos autorizados para los productos y marcas más populares debían ser menores, con la finalidad de proteger el poder adquisitivo de los hogares de menores recursos. De todos modos, en la mayoría de los casos, la premisa nunca se cumplió y las empresas terminaban trasladando a las góndolas subas más altas que las que pactaban con Moreno.
Bajo este esquema, dos veces al año las principales empresas debían sentarse a negociar con Moreno en persona para actualizar sus listas de precios. Y, una vez obtenido el visto bueno, la propia Secretaría de Comercio Interior era la que se encargaba de comunicarles a las principales cadenas de supermercados y a las cámaras que agrupan a los autoservicios chinos los aumentos autorizados.
"Desde hace varias semanas no recibimos ningún comunicado de Moreno informándonos sobre una nueva lista de precios autorizada. El problema es que los aumentos de los proveedores siguen llegando igual", explicaron en una cadena.
"Lo que vemos es un pacto implícito entre Moreno, la industria y los supermercados para, por un lado, mantener congelados los precios de los 500 artículos y, por otro, habilitar las subas en el resto de los productos", explicaron en una empresa fabricante de bebidas.
Guillermo Oliveto, de la consultora W, coincide con el diagnóstico de que el esquema de aumentos diferenciales quedó superado, aunque destaca que el congelamiento logró uno de sus objetivos. "La política de Moreno sirvió para contener los precios hasta mayo, que es cuando empezaron llegar a los bolsillos de la gente los aumentos de salarios. El objetivo del Gobierno era evitar lo que había pasado en los primeros meses de 2012, cuando las ventas en los supermercados se habían derrumbado por la demora en las paritarias, y al menos en este sentido el congelamiento sirvió para algo", sostuvo.
Proceso generalizado
La primera consecuencia del fin de los controles fue una fuerte disparada de los precios de los artículos de la canasta básica que no integran la lista de los 500 productos congelados. "Si bien en las últimas semanas se nota cierta desaceleración en la inflación, los aumentos siguen estando por encima del 2% mensual. Igualmente, los picos se registraron a fines de junio, cuando las subas llegaron al 3,5 por ciento", señaló Luciano Cohan, economista de la consultora Elypsis.
En los últimos tres meses, las subas fueron lideradas por las verduras, que acumularon un alza del 34%, aunque para este rubro las subas no se explican exclusivamente por el fin de los acuerdos de precios, sino también por factores estacionales.
Un escalón más abajo se ubican los "panificados y pastas", que desde mediados de mayo aumentaron un 14 por ciento. "En este caso lo que vemos es que la categoría acompañó los problemas de abastecimiento de trigo que vivió el mercado interno en el último tiempo", explicaron en Elypsis.
En el tercer puesto en el ranking de los aumentos se ubica otro rubro con una fuerte estacionalidad como las frutas, que en tres meses acumularon una suba del 12%, lo que implica casi tres puntos más que el incremento que registraron los lácteos y los huevos (9,2 por ciento).
La contracara de los aumentos en rubros de primera necesidad como verduras, panificados y frutas es la evolución que tuvieron las carnes, que desde el fin del congelamiento acumularon una suba del 3,4%, es decir, inferior a la evolución del costo de vida. En el sector explican este "retraso" de la carne como una consecuencia de la liquidación de stocks que están haciendo los productores ganaderos, con lo cual no descartan que la mayor oferta actual se traduzca en aumentos de precios a largo plazo por la falta de hacienda.
La realidad paralela del Indec
A contramano de los aumentos generalizados en todos los rubros, de los que dieron cuenta las mediciones privadas y provinciales, el Indec informó que en julio una familia tipo (dos adultos y dos menores) puede cubrir sus necesidad alimentarias del mes con ingresos por $ 741. La cuenta es que una familia puede comer por un poco menos de 24 pesos por día, a razón de un gasto de seis pesos por persona.
Del editor: qué significa.
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