El Gobierno aumentó los derechos de exportación para la harina de trigo, que ahora se ubicarán en el 18%, contra el 10% que regía tras la derogación de la resolución 125 y antes de que ésta entrara en vigor, el 11 de marzo. Cuando se aplicaron las retenciones móviles con esa resolución, el diferencial de retenciones entre las exportaciones de granos de trigo y la harina se había fijado en 10 puntos. Quiere decir que si el grano tributaba el 26%, la harina lo hacía por el 16 por ciento.
Con la derogación de la resolución 125, las alícuotas volvieron al 28% para el grano de trigo y al 10% para la harina, es decir, con un diferencial de 18 puntos. Ahora, el Ministerio de Economía, con su resolución 189, resolvió dejar la alícuota para el grano en el 28%, pero mantiene fijo el diferencial de 10 puntos con el que debe tributar la harina, con lo cual pasará a pagar el 18%, explicó el presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), Alberto España.
"Sin dudas esta resolución es perjudicial para la industria molinera. Tenemos buena relación con el Ministerio de Economía y en los próximos días vamos a plantear que se vuelva al diferencial de 18 puntos, para pagar el 10 por ciento en concepto de retenciones", agregó España. El empresario agregó que este perjuicio se traducirá en una pérdida de rentabilidad del sector harinero y en un aumento del déficit comercial con Brasil, ya que los competidores del país vecino no sólo no tienen retenciones sino que también gozan de incentivos fiscales.
