La Argentina, sin aftosa. Swift diversificará su estrategia para apuntar a un negocio bien cocido
El mayor exportador de carnes del país pretende competir con los frigoríficos extranjeros por el segmento de productos procesados; el mercado norteamericano es la meta
Cuando todo indica que las carnes frescas tendrán mayor inserción en el mercado internacional a partir del reconocimiento de la Argentina como país libre de aftosa sin vacunación, Swift, el principal frigorífico exportador del país, diversifica su estrategia.
Pensar el futuro de las carnes argentinas cocidas en el Nafta y proyectar millonarias inversiones en tecnología para un mayor aprovechamiento de las reses es el desafío que asume Carlos Oliva Funes como presidente de Swift, frigorífico que en 1999 exportó por más de US$ 124 millones.
Quien escucha sus argumentos comerciales y su evaluación sobre el sector de la carne observa que su perfil empresarial porteño no fue en desmedro de la cadencia cordobesa con que construye el diálogo.
Sus ambiciones reconocen dos vertientes. Por un lado apuesta a la liberación de la exportación en Europa y los Estados Unidos, aunque reconoce que se deberá planificar el crecimiento del rodeo vacuno para satisfacer esa demanda.
"Si se tienen en cuenta el stock bovino y el nivel de consumo, no llegaremos a exportar 650.000 toneladas al año, como se especula. El desafío no pasa por la colocación sino por la disponibilidad de oferta."
Por otro lado, Oliva Funes confía en el desarrollo de una nueva gama de productos cocidos y precocidos para competir con frigoríficos extranjeros. Es por eso por lo que, en los últimos tres años, inyectó US$ 5 millones para el equipamiento de la planta fabril santafecina y firmó un convenio para proveer de esos insumos a Campbell´s, que los utilizará en sus famosas sopas.
"El desarrollo tecnológico al que apuntamos permite a las industrias incorporar como otro ingrediente seco estos productos feteados, cubeteados o molidos, en lugar de tener que transformarlos para su uso", advierte el directivo.
A partir del prestigio de las carnes frescas argentinas, Swift promocionará los atributos de calidad de los cortes termoprocesados (cocidos). En este sentido, Oliva Funes imagina que las etiquetas de los alimentos preparados explicitarán su inclusión.
Para consolidar su estrategia, la firma planea duplicar el nivel de producción en su planta de Santa Fe, donde se invirtieron US$ 165 millones hasta el momento. Allí la capacidad instalada permite faenar 1600 vacunos diarios y elaborar 20 mil toneladas de carne cocida congelada y 18 mil toneladas de carne enlatada por año.
Se advierte mucho más que entusiasmo en las proyecciones de Oliva Funes. En su opinión, el mercado de carnes cocidas no tiene límites en Estados Unidos, país que concentra el 50% de la demanda mundial.
¿Cuáles son las ambiciones que la compañía concentra en el plano local? "Aquí Swift es líder en conservas de carne y está creciendo en la venta de hamburguesas, fiambres y salchichas... Ahora planeamos adquirir otros frigoríficos y desarrollar nuevos productos con marca propia."
Como síntesis de las proyecciones para el mercado interno, el empresario apunta: "Vislumbro una concentración de capitales e inversiones externas en cuanto la política sectorial asegure condiciones de competitividad equitativas. Este es un negocio de volumen".
La noticia de la semana
Frente al status sanitario que nuestro país estrenó en estos días, Oliva Funes comenta que "si bien se trataba de un anhelo de larga data, el anuncio llega en un contexto de precios internacionales en baja. A la fuerte competencia de Brasil en productos industrializados se suma, ahora, la desvalorización de las monedas europeas frente al dólar".
El empresario anticipa un panorama más alentador en el país del Norte, porque "a diferencia de lo que ocurrió en 1997/98, el ciclo ganadero empuja los precios hacia arriba y, en consecuencia, impulsa las importaciones. Sin embargo, por ahora el cupo de 20 mil toneladas (establecido por Estados Unidos) pone un freno a nuestra incursión en ese destino".
Oliva Funes interpreta el reconocimiento de la Organización Internacional de Epizootias (OIE) como la mejor noticia que recibió el sector en décadas. Y augura que en un futuro cercano será posible ingresar en cualquier país con cortes enfriados o congelados sin más requisito que las exigencias de calidad que demande cada cliente.
Nichos e inversiones
¿En qué momento se percibirá la reacción de los mercados al nuevo status sanitario de la Argentina? "La gestión administrativa en Estados Unidos llevará por lo menos seis meses, de manera que la reactivación de las compras no se producirá hasta entonces."
Para cuantificar las posibilidades comerciales que a partir de ahora tiene a su alcance la industria, el directivo apunta una cifra: Japón, Corea y México, destinos a los que ya es posible acceder, demandan más de 1,5 millón de toneladas de carne por año.
"La Argentina tiene que evaluar el destino ideal para cada corte, allí donde obtenga el mejor precio." Oliva Funes aclara que buscar nichos supone inversiones para conocer desde el gusto del consumidor hasta la cadena de distribución. Y si bien este esfuerzo demanda tiempo, el tono del empresario es optimista.
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