Teme la UIA reclamos más radicales
En una reunión interna, se planteó la posibilidad de que el 35% se pida en otros sectores
El aumento del 35,2% acordado entre los empresarios y los sindicalistas de la alimentación fue, ayer, el principal motivo de inquietud de los industriales argentinos, que lo juzgaron excesivo y capaz de disparar demandas similares en otros sectores.
El tema fue expuesto claramente por Daniel Funes de Rioja, presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), durante la reunión de junta directiva de la Unión Industrial Argentina (UIA). Recién llegado de España, donde acompañó en la delegación a la presidenta Cristina Kirchner, Funes de Rioja le atribuyó al Ministerio de Trabajo una actitud pasiva durante la negociación que terminó en la madrugada de ayer. Cada vez que se insinuaba un acercamiento definitivo, la cartera laboral permitía la reapertura de las conversaciones, fue el mensaje transmitido por el abogado laboralista delante de los empresarios.
En esa reunión, la mayoría de los industriales se convenció de que, como está el escenario, será difícil que el Gobierno decida una nueva devaluación porque la medida tendría un alto costo político. "En cuatro o cinco meses vamos a estar chillando todos", dijo después a este diario uno de los presentes.
El principal temor es que el pedido de aumento aceptado por los empresarios de la alimentación aliente porcentajes similares en otros sectores y, peor aún, incentive a los gremios que ya acordaron alzas a pedir la reapertura de las paritarias. "Barrionuevo [Luis, del sindicato de gastronómicos] ya está pidiendo lo mismo o más, y Cavallieri [Armando, de comercio], más de un 40 por ciento. La inquietud es grande", advirtieron en una cámara de la UIA.
Desbordados
La percepción de los empresarios es que las bases de los gremios están teniendo un excesivo protagonismo en la discusión. Ponen como ejemplo la toma de las plantas de Arcor, que se extendió durante 23 días, y los cortes en la Panamericana por Kraft. "Están desbordados y eso es siempre un problema", dijeron en la UIA.
Algunas de estas cuestiones se habían hablado por la mañana, durante un desayuno en el que estuvieron los representantes gremiales Omar Viviani (taxistas), José Luis Lingeri (trabajadores de obras sanitarias), Juan Carlos Schmidt (dragado y balizamiento), Horacio Ghidini (docentes particulares y estadísticas y defensa del consumidor) y Antonio Caló (metalúrgicos) con los directivos de la UIA Miguel Acevedo (vicepresidente 1°), José Ignacio de Mendiguren (secretario) y Pablo Challú (prosecretario 1°). "Te corren por izquierda y por derecha -se quejó después un empresario-. Los gremios más radicalizados cortan la Panamericana y Barrionuevo dice que el 40 es poco."
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