Tizado intenta limitar el poder del lobby automotor
El flamante secretario de Industria y Comercio, Javier Tizado, se refirió ayer a las negociaciones que el Gobierno mantiene con las automotrices para reducir los impuestos que gravan al sector y dijo que su pensamiento "apunta a colocar incentivos de orden general y no sectorial".
"Es posible hacer un esfuerzo para reducir los costos para todos los sectores y no concentrar incentivos a un sector para que funcione como locomotora", dijo el funcionario.
Tizado se tomó una hora de su primer día en funciones para comentarle a la prensa cuáles son sus ideas sobre cómo se deben resolver los problemas de la economía argentina.
Cuando se le preguntó sobre el decreto que reglamenta el porcentaje de contenido nacional que deberán contener los autos hechos en la Argentina, que causó rispideces con el gobierno de Brasil, Tizado fue firme.
"El decreto es consistente con los acuerdos que se negociaron con Brasil. Me parece que más que un problema de concepto es un problema de formas. Tengo la esperanza de que se puedan resolver las diferencias al intercambiar más información, sin necesidad de cambiar el decreto", dijo.
Luego agregó que "el acuerdo está cercano a la resolución. El 99% de los puntos ya se cerró. No creo que lo que queda por definir tenga tanta trascendencia en números como se sostiene por parte de algunos de los actores con intereses en juego".
Así, Tizado mantiene la línea de su antecesora, la actual secretaria de Energía y Minería, Débora Giorgi, que sostuvo en varias oportunidades que el decreto no se iba a modificar porque estaba en línea con lo pactado en el Mercosur.
También se encargó de sentar posición respecto de cómo será la relación con las empresas automotrices, con las cuales mantenía diferencias por temas comerciales cuando comandaba Siderar, la principal productora de chapa del país.
Las terminales negociaban una baja de impuestos para poder reducir los precios y reactivar el mercado y estaban en contra de la medición del contenido de autopartes obligatorio que fijó el Gobierno.
Los problemas de la economía
En cuanto al decreto de compre nacional que promueve el ministro de Economía, José Luis Machinea, dijo que "el hecho de que el Estado trate de canalizar sus compras o las de las empresas concesionarias -siempre que no se afecte la eficiencia o se aumenten los costos- hacia la producción nacional se da en países con economías mucho más desarrolladas, como la de EE.UU."
Si bien no se manifestó en favor de que en el decreto se incluya una preferencia de compra a las empresas locales incluso si el precio presupuestado es mayor que el de una firma extranjera, Tizado recordó que en el Buy American Act de EE.UU. existe una preferencia y es del 6 por ciento.
La inclusión o no de las empresas privatizadas en el compre nacional es para Tizado una situación a analizar porque contiene "matices. Hay que analizar en cada caso si es un sector competitivo o no", dijo.
Cuando La Nación le preguntó cuál era en su opinión el mayor problema de la economía argentina, Tizado respondió que "es importante el esfuerzo del Gobierno para controlar el déficit fiscal, pero la contraparte de eso es que debía bajar la tasa de interés. Pero no se dio por la suba en las tasas en el extranjero".
El segundo gran problema de la economía, para Tizado, es la tendencia de los precios internacionales de los commodities que exporta la Argentina. "Por eso el camino es producir cada vez más eficazmente", dijo Tizado.
Cuando se refirió a la agenda de negociación en el Mercosur, y a los temas aún pendientes como el acuerdo automotor, las trabas al comercio de pollos o la protección al azúcar, Tizado dijo que "si dividimos los 5000 productos que se comercian sin arancel entre la Argentina y Brasil y los tres en los que existen problemas, da un porcentaje muy bajo. No debe asustar la existencia de problemas, debe haber formas de resolverlos, y la forma de resolverlos es aplicando la ley".