Medidas comerciales: el Gobierno dice que busca proteger la industria nacional y el empleo. Trabas a productos textiles de Brasil
La medida afecta a todos los países del mundo, pero Lavagna admitió que el principal destinatario es el socio del Mercosur
El Gobierno decidió ayer poner un límite a la importación de productos textiles que lleguen al país desde todo el mundo, aunque en realidad la medida afectará especialmente a la industria textil de Brasil, cuya producción, según la visión del Estado y del sector privado, invadió el mercado local. Según cifras oficiales, el ingreso de productos textiles brasileños creció el año último un 60% respecto del nivel de 2001.
Por eso, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, defendió la decisión de dar licencias no automáticas para importar textiles, que entrará en vigor una vez que se publique en el Boletín Oficial, y dijo que así se busca proteger la industria nacional y los puestos de trabajo, mientras que distintos sectores empresariales, como la Unión Industrial Argentina y cámaras sectoriales, mostraron su beneplácito.
La medida atiende exclusivamente al sector textil (tejidos de algodón, hilados y fibras sintéticas), cuya producción y precios se ven amenazados por los productos que ingresan desde el vecino país. En Economía subrayaron que un mercado con mucha oferta provoca caída de precios y eso repercute en la operatividad de las industrias que muchas veces se ven obligadas a cesantear personal.
Un informe del Centro de Estudios para la Producción (dependiente de la Secretaría de Industria) muestra que la importación de fibras e hilados de algodón creció entre enero y septiembre de 2003 un 328% con respecto al mismo período de 2001.
Ayer, Lavagna no cerró la puerta a la posibilidad de que se aplique en el corto plazo una medida similar en otros rubros. Según se pudo saber, el ojo de las autoridades ahora está puesto sobre el rubro de maquinaria agrícola: la importación de cosechadoras y trilladoras subió un 458% en el período citado anteriormente.
También se conoció que analizan lo que está ocurriendo con la línea blanca para el hogar (electrodomésticos). Pero en verdad, el textil y el de maquinaria agrícola son los dos únicos sectores que registran valores superiores a los de 2001, cuando la demanda no estuvo excesivamente restringida, como sí ocurrió en 2002.
Relación bilateral
Según Lavagna, la aplicación de licencias no automáticas para la importación de productos textiles no tiene por qué generar malestar en las relaciones diplomáticas con Brasil. Repitió que es un instrumento permitido por la Organización Mundial de Comercio (OMC), es decir, que no puede considerarse como una medida paraarancelaria.
"La OMC admite el uso de estos instrumentos; no hay razón para que la Argentina no los use. Que durante una década, cuando no había mucha preocupación por el desarrollo industrial, nos hayamos olvidado de usarlos no significa que los instrumentos no existan y que no se usen frente a circunstancias de daño de algún sector industrial", dijo ayer antes de partir hacia su casa de descanso en Cariló.
Además, cerca del ministro dijeron a LA NACION que Brasil aplica licencias no automáticas para la importación de más de 3000 productos. "No hay margen para el reclamo porque ellos hacen lo mismo; nuestra producción láctea sufrió en el último tiempo algún tipo de traba. La preocupación es que no se pierdan fuentes de trabajo", dijo un vocero.
Las licencias no automáticas no constituyen un límite explícito, pero en la Secretaría de Industria, que dirige Alberto Dumont, admiten que los trámites que acarrean en definitiva desalientan la importación.
El Gobierno tomó la decisión después de la inocua negociación que durante meses llevaron adelante empresarios textiles de ambas naciones en pos de lograr un entendimiento voluntario. "Esperamos que entre los privados lleguen a un acuerdo; cuando eso ocurra podremos pasar de este sistema de licencias no automáticas a un sistema mucho más automático", aclaró Lavagna (ver aparte).
En tanto, para los empresarios textiles la medida es alentadora. Aldo Karagozian, titular de la Fundación Pro-Tejer, dijo que el anuncio "demuestra la vocación del Gobierno de cumplir con su palabra de cuidar la industria nacional y de combatir el desempleo". Además, afirmó que la importación de productos desde Brasil afecta la estabilidad laboral de 450.000 personas.
"Ahora instamos a los industriales textiles a invertir en cada uno de los subsectores de la cadena de valor, para ampliar nuestra capacidad instalada que nos permita duplicar el empleo y agregar mayor valor a nuestros productos", dijo a LA NACION.
En cambio, Diego Pérez Santisteban, presidente de la Cámara de Importadores, dijo que "es la primera vez en la historia que un integrante del Mercosur impone una licencia no automática. (...) Además, no vemos una invasión de productos de Brasil, aunque si se compara con el 2002, sí subió", señaló.
lanacionar