Un cruce que alteró el nexo de Recalde con los gremios
El piloto Pérez Tamayo lo acusó de "hacer caja" con la compañía
La designación de Mariano Recalde al frente de Aerolíneas Argentinas impuso un disciplinamiento de los gremios aeronáuticos que alguna vez podía romperse. Y finalmente sucedió ayer, con un fuerte cruce de acusaciones que dejó al descubierto irregularidades en la empresa aérea estatal.
"La Presidenta nos dijo que nos quejemos de todo lo que quisiéramos, que hasta le podíamos sacar la lengua a Recalde, siempre y cuando no tomemos medidas que afecten a los usuarios. Por eso decidí mandarle una carta", explicó a La Nacion el referente de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Jorge Pérez Tamayo.
Ex piloto del Tango 01 y alineado al liderazgo de Hugo Moyano en la CGT, Pérez Tamayo le envió un duro mensaje a Recalde. Lo acusó de la "irresponsable comercialización de vuelos" y de "hacer caja, tal como sucedió a lo largo de la gestión Marsans", la empresa española que administraba la compañía.
La respuesta de Recalde fue inmediata. "Estas actitudes cansan. Esta oposición irrespetuosa, desmesurada y extorsiva que manifestaron en dos cartas los directivos de APLA no responde a la realidad", se defendió el presidente de Aerolíneas Argentinas a través de un comunicado de la agencia Télam.
Recalde se refirió así a una segunda carta que envió anteayer el gremio de pilotos, esta vez dirigida a Axel Kicillof, subgerente general de la empresa, en la que se lo responsabiliza del "innecesario" pago de 300.000 dólares mensuales por los contratos de dos aeronaves.
Otras irregularidades
En su mensaje, Pérez Tamayo argumentó las razones de sus críticas: "Tal como sucedió a lo largo de la gestión Marsans, en los últimos meses se han comercializado pasajes en base a una programación de vuelos inviable, con el único objetivo de hacer caja. Nuevamente, y como si no aprendiéramos de los errores del pasado, vemos cómo la Gerencia Comercial vende vuelos más allá de la capacidad operativa real de la compañía". El piloto, además, acusó a Recalde de no conocer el negocio y de "sobreponer sus intereses particulares a los de la compañía".
El secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, salió en defensa de Recalde. "No es la primera carta, mandaron otra más agraviante. El directorio no puede tomar ninguna decisión, porque APLA la cuestiona y pone trabas", dijo Schiavi. El funcionario se refirió al duro mensaje que envió la semana pasada el vicepresidente de APLA, Pablo Biró, quien denunció pérdidas millonarias y puso en duda el destino del dinero. "¿Este es el proyecto del Gobierno o es el quiosquito de los nenes?", ironizó Biró.
El quiebre de la alianza de los gremios con Recalde no se concretó con el reciente cortocircuito con los pilotos. La semana pasada el sindicato del personal técnico había comunicado su preocupación por el incumplimiento "casi absoluto" de las inversiones que se habían acordado entre ambas partes. "Sólo se terminaron los talleres de Austral, en Aeroparque, a los que aún les falta equipamiento", se quejó el secretario general, Ricardo Cirielli.
También hubo tensiones con el dirigente Rubén Fernández, de la Unión del Personal Superior de Empreseas Aerocomerciales (UPSA), que bajó en tinta sus críticas por el plan de negocios 2010/14 y por la incorporación de gente de confianza de Recalde.
El ingreso en planta permanente de Aerolíneas Argentinas de militantes de La Cámpora le generó a Recalde más de un planteo desde los sindicatos. Los gremios temen por un avance mucho mayor de la agrupación kirchnerista, que ya se adueñó del control de la compañía y que está cerca de quedarse con la administración de las cargas de equipaje de todos los aeropuertos del país.
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