Un día antes de concluir la muestra, Mercoláctea dio su premio mayor
SAN FRANCISCO, Córdoba.- La elección del gran campeón, principal emoción de las exposiciones ganaderas, tuvo ayer su momento culminante en Mercoláctea 2003, la muestra lechera que organizan la revista Infortambo y LA NACION. El premio mayor, en la raza Holando Argentino, correspondió a la vaca del box 299 de la cabaña Centenial, de Capitán Sarmiento, provincia de Buenos Aires, que fue consagrada gran campeona hembra puro de pedigree.
El jurado italiano Giancarlo Favaretto dictaminó que el animal premiado tenía una estructura morfológica perfecta y con un sistema mamario de óptima calidad. "Se distinguiría en cualquier torneo internacional", dictaminó.
Conceptos similares vertió sobre la Reservado Gran Campeón Hembra, que correspondió al box 276 de la cabaña La Magdalena, Felissia Hermanos, de Rafaela, Santa Fe. Favaretto aclaró que eligió al box 299 porque se trataba de un animal con mayor maduración. El tercer premio fue para el box 310 de la cabaña La Lilia, de Onelio Bareris e Hijos, de Colonia Aldao, provincia de Santa Fe.
Respecto de la gran campeona hembra, el presidente de Centenial, Armando Loson, explicó que desciende de Juror, un Holando Argentino de gran prestigio en la raza. "Hace mucho tiempo que la veníamos preparando", relató. La cucarda mayor fue entregada por el presidente del Banco Nación, Horacio Pellicori. Hoy, con los remates ganaderos a cargo de la cooperativa Guillermo Lehmann, será el cierre de la tercera edición de Mercoláctea, que se realiza en la Sociedad Rural de esta ciudad.
Hacia el Mercosur
Mercoláctea 2003 tiene un claro perfil internacional, no sólo por la presencia de jurados de Sudáfrica e Italia sino también por las amplias posibilidades de integración que ofrece la cadena láctea. Al respecto, el agregado agrícola de la embajada argentina en Brasil, Miguel Campos, dijo que existen muy buenas perspectivas económicas en el bloque regional para potenciar el crecimiento del sector agroindustrial.
"Brasil va a crecer a una tasa del 3% este año", señaló, y recordó que aún existe una demanda insatisfecha de alimentos en el país vecino que la Argentina podría satisfacer. Puso como ejemplo la posibilidad de exportar leche a la región nordeste, una zona inexplorada por las empresas argentinas que sientan sus bases en el mercado más poderoso: San Pablo. "Para llegar hasta allí el flete en barco es más económico que el camión", recordó. Sin embargo, la caída de producción de leche en las principales cuencas del país obligó a las industrias lácteas a dedicarse sólo al mercado interno y a suspender algunos compromisos de exportación. Otro segmento inexplorado es el de las carnes. A pesar de que los brasileños superan a la industria frigorífica argentina en volúmenes de exportación, Campos recordó que hay un rubro de cortes consumidos en el mercado argentino (vacío, por ejemplo), que provienen de animales más chicos, que superan a la oferta habitual de las carnes brasileñas.
"En San Pablo y en Río de Janeiro existe un segmento de consumo que está dispuesto a pagar un poco más por estas carnes que superan a las que consumen cotidianamente", explicó. Pero para lograr ese cometido las plantas frigoríficas del país deberían ser autorizadas para exportar a Brasil.
El sector agroindustrial es uno de los que registran más conflictos comerciales entre Brasil y la Argentina. Azúcar, pollos, cerdos y granos transgénicos habitualmente protagonizan disputas de uno y otro lado. Según Campos, "Brasil está asumiendo su papel de liderazgo en la región, pero no con la intención de someter a los países vecinos, sino porque se dio cuenta de que el Mercosur lo beneficia".
Puso como ejemplo de esta nueva política el crédito por US$ 1000 millones que otorgó el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes) de Brasil para financiar el comercio bilateral. En opinión del consejero agrícola, la resolución de los conflictos entre los dos países pasará por encontrar vías de negociación que fortalezcan la integración en vez de aplicar medidas de protección tales como antidumping o salvaguardias.
"Brasil va a terminar por liberar los transgénicos", opinó, y argumentó que en Brasilia se están dando cuenta de que están aprobando normas contradictorias: por un lado autorizan la comercialización de la soja genéticamente modificada, con semillas ingresadas en forma ilegal desde la Argentina, pero por otro establecen un etiquetado tan riguroso que será de imposible cumplimiento. Respecto del resto de los productos, consideró que debería tenderse a una mayor integración de las producciones de los dos países con acuerdos específicos para evitar la depredación de los sectores.