Un medidor, no un dibujante, al frente del Indec
Quienes utilizamos las estadísticas que elabora el Indec recibimos con alivio y beneplácito la noticia de que Marco Lavagna presidirá el organismo a partir del 10 de diciembre.
Lo del alivio alude a los antecedentes. A partir de algún momento de 2007, el Indec comenzó a "dibujar" sus estimaciones de la tasa de inflación, medida por precios al consumidor, dibujo que afectó a todas las estimaciones que utilizaban esa tasa como insumo. Ejemplos: redujo el costo de la canasta básica y el número de personas por debajo de las líneas de pobreza e indigencia y sobreestimó la tasa de crecimiento del PBI en términos reales.
Que el Indec dibujaba quedó claro cuando, según el instituto, la tasa de inflación había sido de 1%, mientras que las estimaciones privadas la ubicaban en 3%. A propósito: el gobierno de entonces no solamente dibujaba, sino que perseguía económica, personal y judicialmente a quienes realizaban las estimaciones privadas.
La designación de Marco Lavagna sugiere que Alberto Ángel Fernández no cometerá el mismo pecado.
¿Quiere esto decir que el Indec dirá la verdad? El Indec estima, generalmente sobre la base de encuestas. Por consiguiente, todas las mediciones están sujetas a errores muestrales. En un país con un tercio de economía informal, con groseras subestimaciones de los ingresos cuando se calcula la pobreza, etc., lo más que podemos pretender es llegar a una verdad estadística.
La mala lectura de esto es que no hay que prestarles atención a las estadísticas; la buena lectura es que hay que tomarlas con pinzas (en particular, no teorizar sobre decimales).
Bien se ha dicho que las estadísticas, como las bikinis, lo que muestran es importante, pero lo que ocultan es fundamental. A los estadisticomaníacos hay que decirles que lo que ocultan es fundamental; a los estadisticofóbicos, que lo que muestran es importante.
Nadie consulta al Indec para saber si está ocupado o desocupado o si las ventas de su empresa están aumentando o disminuyendo. Lo consulta para saber si lo que le está ocurriendo a él (o a ella) es un fenómeno individual o a muchos les está pasando lo mismo. En este sentido, las estadísticas son muy útiles.
Enorme desafío profesional se le plantea a Marco Lavagna, que esperamos que trabaje como medidor, no como dibujante.
Jorge Todesca, quien presidió el Indec durante la presidencia de Mauricio Macri, se ganó el respeto de todos porque tuvo que dirigir un instituto poblado por "dibujantes" y encima llevar adelante su gestión mientras luchaba con fuertes problemas de salud. Jorge, gracias.