Una ventana para escapar a la inmovilización de depósitos
Dentro de un contexto de extrema incertidumbre los inversores buscaron durante la última semana cualquier alternativa que les permitiera salir del sistema financiero.
El cerrojo monetario obligó a los ahorristas a modificar rápidamente sus estrategias de inversión. El plazo fijo, que hasta hace pocas semanas era el instrumento más conservador dentro del sistema financiero, pasó a tener un mayor riesgo que el resto de los activos locales. La posibilidad de que los fondos colocados dentro del sistema pierdan su valor -ya sea a través de una devaluación o de nuevas postergaciones en la integración de los mismos- llevó entonces a buscar otros caminos alternativos.
Con el objeto de preservar el valor del patrimonio, los inversores se volcaron a las acciones como primer destino. El índice Merval subió un 25,6% en las últimas cinco ruedas con un volumen de negocios que el viernes alcanzó a 37,2 millones de pesos, 10 veces más que lo operado la semana anterior.
Las acciones vinculadas al sector exportador lideraron la suba, ya que serían las más beneficiadas cualquiera que sea el camino que elija el Gobierno para salir de la actual crisis.
Si la opción es dolarizar, la mejora en la competitividad de sus productos vendría vía la reducción de costos que traería aparejada la deflación de precios resultante. Si la alternativa elegida es la devaluación, las empresas productoras de bienes transables serían la mejor cobertura. Sus márgenes de rentabilidad subirían al reducirse el valor en dólares de sus costos.
Las empresas vinculadas al nivel de actividad doméstico tuvieron subas promedio del 20% mientras que los papeles bancarios fueron los menos demandados por los inversores frente a un escenario de escasa probabilidad de mejora en la rentabilidad del sector.
Si bien los precios de los papeles siguen siendo históricamente bajos, la evolución de los precios en las próximas jornadas dependerá fundamentalmente de las presiones sobre el tipo de cambio.
El mercado de títulos públicos operó con mucho menor volumen y volatilidad que el mercado accionario. Luego de las medidas adoptadas la mayoría de los tenedores individuales de bonos de largo plazo optó por concurrir al canje, disminuyendo la cantidad de títulos en circulación. No ocurrió lo mismo con los bonos de menor plazo, que fueron mantenidos en cartera principalmente para ser utilizados para el pago de impuestos.
La nueva composición de la deuda argentina en circulación llevó al JP Morgan a modificar las ponderaciones de los bonos en la elaboración del índice de riesgo país. Como consecuencia, el riesgo país cerró en 4149 puntos básicos, lo que bajo la nueva forma de medición representó una suba del 4,4 por ciento.
La semana internacional
Las principales plazas internacionales cerraron la semana con signo positivo. Los nuevos indicadores de actividad tanto en Estados Unidos como en Europa y Asia estarían dando señales de que la recuperación podría llegar a anticiparse. El Indice Dow Jones finalizó la semana con una mejora del 2 por ciento mientras que el Nasdaq subió un 4,7 por ciento, su cuarta suba semanal consecutiva. Las acciones europeas subieron un 3 por ciento en dólares, suba similar a la registrada por el promedio de las bolsas asiáticas.