Vaca Muerta. Los subsidios, las inversiones y las exportaciones, bajo la lupa
Vaca Muerta representa una oportunidad en términos económicos, pero, al mismo tiempo, un desafío para quienes deben llevar adelante su desarrollo.
Entrevistados por Pablo Fernández Blanco, periodista de LA NACION, Daniel Gerold, titular de G&G Consultants; Daniel Montamat, exsecretario de Energía y expresidente de YPF, y José Luis Sureda, consultor y exsecretario de Hidrocarburos del gobierno de Mauricio Macri, analizaron los puntos prioritarios de la agenda de Vaca Muerta.
"En el caso del gas natural, todavía se necesitan subsidios, porque la escala de la producción hace que los costos no sean competitivos con Estados Unidos. En la medida en que se consigan nuevos mercados se va a conseguir la escala de producción necesaria, y van a venir optimizaciones en lo logístico, en lo impositivo y en los costos en general", evaluó Sureda respecto del cambio en la aplicación de los subsidios a la producción de gas no convencional, dispuesto por una resolución oficial.
Por su parte, Montamat llamó a "no perder la oportunidad" que representa Vaca Muerta para la producción de gas. "Si se da este escenario y logramos obtener capital y liberar cuellos logísticos, podemos pensar en el mercado regional y en el mundial de gas natural", sostuvo. Y aseveró que para el año 2030 podría alcanzarse un nivel de producción de 180 millones de metros cúbicos al día.
Para Gerold, el buen desarrollo del yacimiento estará "en la capacidad intelectual de la Argentina para ganar capital".
"El país tiene mejoras, pero el marco institucional sigue siendo débil y competimos con Estados Unidos", señaló. Hizo un llamado para que el próximo gobierno que resulte elegido impulse una serie de proyectos de ley que logren atraer inversiones.
"Hablo de una ley de mercado de capitales que permita invertir capital local, de que haya incentivos fiscales para que se radiquen más industrias, de que haya polos petroquímicos e inversiones en infraestructura", enumeró. Y se mostró entusiasmado porque "hay varias figuras políticas que están pensando en esa dirección y ese es un punto de encuentro".
Con respecto al impacto que podría tener un cambio de color político en la administración nacional, los tres especialistas aseguraron que el efecto sobre Vaca Muerta en particular no va a ser fuerte, dado que hay consenso respecto de la necesidad de inversiones. "A mí no me preocupan las personas ni los nombres, me preocupa que los dólares que puede generar Vaca Muerta no vayan a un barril sin fondo, como fueron los de la soja la década pasada", concluyó Montamat.
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