Vaca Muerta: un parate inesperado en el ascenso de Añelo
AÑELO, Neuquén.- Risotto con langostinos, humita con queso brie, ojo de bife en manteca de malbec con puré ahumado, degustación de cervezas con tabla de pizzas. Hace solo cuatro meses hubiera sido impensado encontrar esta variedad de platos en este pueblo de tan solo 8400 habitantes, que cuadriplicó su población en los últimos cinco años.
Añelo creció al ritmo de la actividad hidrocarburífera que se desarrolla a su alrededor, en la formación Vaca Muerta. El menú es parte del último hotel inaugurado en la localidad; de cuatro estrellas, con pileta y 64 habitaciones, ubicado en la meseta, con una vista panorámica sobre el pueblo y los yacimientos alrededor. Es la última señal de una zona que crece al ritmo de la producción del petróleo y del gas no convencional.
Pero la ocupación hotelera en Añelo hoy está al 50% de su capacidad, un reflejo de lo que es el nivel de actividad desde agosto pasado en Vaca Muerta, cuando el DNU que decretaba el congelamiento de combustibles generó un alto de equipos en el campo.
Los primeros en notarlo son los trabajadores de las empresas de servicios petroleros, las que contratan las operadoras –YPF, Pan American Energy, Vista, Wintershall, entre otras– para perforación de pozos, fracturación, producción y mantenimiento. En noviembre pasado, estas compañías -entre las que se encuentran Schlumberger, Halliburton y Baker Hughes- comenzaron un proceso de desvinculaciones, hasta que el gobierno anterior dictó la conciliación obligatoria.
La situación terminó de arreglarse en enero, cuando la actual administración llamó a una mesa de diálogo para dejar sin efecto los despidos. El Gobierno señalaba que "no se podía tratar la ley de hidrocarburos en una situación de conflictividad social", aunque luego el proyecto nunca entró en la sesiones extraordinarias como había prometido el Presidente. Las empresas de servicios habían pedido a cambio algunos beneficios, como disminución de cargas sociales en los costos laborales, que nunca se implementaron.
"Casi todas las compañías de servicios han ido despidiendo gente. No fueron masivos todavía porque están contenidos. Sin embargo, es inminente que puede haber despidos más grandes si no se resuelve rápido la situación o se dan señales", dijeron en una empresa.
Ricardo Dewey, del Sindicato de Petroleros Privados, a cargo de la parte gremial en Vaca Muerta, admite que "la situación es crítica, pero va a mejorar". "En los últimos meses bajaron los decibeles con la transición de gobierno. No hay perforación, pero hay mantenimiento de pozos. Esperamos que este año se mantenga igual la cantidad de empleados y, que en 2021 mejore. Se tiene que destrabar la situación política. Si no funciona, van a haber despidos", indicó. Agregó que Guillermo Pereyra, el titular del gremio, está armando una comisión mixta con gobiernos y empresas para regular la seguridad, con vistas a un contexto de reactivación.
En Añelo, la infraestructura del pueblo sigue creciendo, con la construcción de una nueva escuela primaria, más viviendas, tendido eléctrico y la colocación de tres semáforos en la ruta provincial 7, que cruza el pueblo y se congestiona de camionetas, combis, micros y camiones. El cementerio, que solía estar apartado del centro, ahora es parte del cruce principal y está ubicado entre el supermercado más grande y el hotel de cuatro estrellas.
Si bien el dinamismo parece no frenar, la mayoría de los empleados entraron en un diagrama diferencial, donde pasan menos tiempo en el campo y trabajan más en tareas administrativas. Esto repercute en sus salarios, ya que dejan de cobrar los adicionales asociados al trabajo en el yacimiento. "Cobran el 60% del salario y esto se empieza a sentir en la economía familiar. ¿Aguantan así hasta junio?", se preguntó el exintedente de Añelo Darío Díaz.