Wall Street apoya el pago con reservas
Cautos, los analistas creen que favorecerá al canje, pero advierten que acentuaría la debilidad fiscal
Los bancos de Wall Street afirmaron que el anuncio del uso de reservas para pagar la deuda mejora las chances de éxito del canje para salir del default, aunque advirtieron que ratifica la escasa voluntad oficial de ordenar el frente fiscal.
En varios informes, las áreas de análisis de los bancos de Nueva York se refirieron ayer con un tono positivo respecto de la decisión del Gobierno, pero con cierta cautela.
En términos generales, naturalmente aplaudieron la demostración de "voluntad de pago" sin fijarse demasiado en los cuestionamientos locales, referidos a las dudas legales e institucionales.
Desde el JP Morgan, Vladimir Werning sostuvo que la decisión confirma de jure el rol del BCRA como prestamista de última instancia" que ya había adoptado en los últimos tiempos de facto.
Dada la falta de acceso al financiamiento voluntario y de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) -y ante el temblor generado por la crisis de Dubai- esta formalización brinda un reaseguro a los inversores, agregó.
"Con esta medida está tratando de brindar señales positivas a los mercados para cubrir su incapacidad en otros asuntos que fueron lanzados para complacer al mercado, como la refinanciación de atrasos con el club de París y las discusiones con el FMI por la revisión del artículo IV", concluyó Werning.
Ayer, Boudou comentó en un almuerzo con embajadores europeos que un posible acuerdo con el club de París podría consistir en pagar unos US$ 1000 millones anuales, con el monitoreo del G20 en lugar del FMI (ver página 3).
Por otro lado, desde el JP Morgan realitivizaron la presión que pueda causar el fondo con US$ 6549 millones sobre la política cambiaria del BCRA (sobre todo mientras el balance externo se mantenga sólido, a diferencia del fiscal).
Más optimista, Merrill Lynch indicó que "la creación del fondo es una señal positiva que debería ayudar a sostener el precio de los bonos mientras el Gobierno continúa moviéndose hacia la reapertura del intercambio" de bonos en default.
Este canje -que según Credit Suisse puede tener una quita del 70%- le permitirá al país reforzar su escenario de crecimiento en 2010 en base a una mejor cosecha y a un buen contexto externo, pese a los "ruidos" generados por la pelea presidencial de 2011. Por esta razón, CSFB recomendó fuertemente la compra de bonos argentinos.
En cambio, Goldman Sachs subrayó que "aunque el anuncio es positivo para el crédito de corto plazo, claramente es negativo en términos institucionales ya que debilita al BCRA y le da más cuerda al Gobierno para extender el gasto".
"Esto debilita el balance del Banco Central y provee los incentivos incorrectos al Gobierno", sentenció el analista Alberto Ramos, de Goldman Sachs.
En tanto Alberto Bernal, del fondo Bulltick, dijo a LA NACION desde Miami que "el lado negativo es el incenti-