Wall Street, expectante por la apelación argentina
Se haría hoy la presentación judicial en Nueva York; analistas plantean escenarios alternativos
WASHINGTON.- Con la mira de Wall Street encima, el temor de que caiga en un nuevo default y presionada por la fecha límite del próximo 15 de diciembre, la Argentina entra hoy en tiempo de descuento para apelar el fallo que la condena a depositar US$ 1330 millones como garantía para honrar bonos de deuda impagos desde hace once años.
Se trata, en su mayoría, de papeles en poder de inversores especulativos, los llamados "fondos buitre" y a los que el Gobierno prometió "no pagarles nunca un solo peso" , afirmación que, sin embargo, y ante lo espinoso del panorama judicial, empezaba ayer a ser puesta en duda en medios financieros. "El fallo que tiene ahora por delante tal vez la obligue a negar esas expresiones", conjeturó ayer el diario inglés Financial Times en una nota.
Las opiniones entre operadores están divididas a la hora de conjeturar sobre el futuro del fallo que, de mantenerse firme, la pone a las puertas de un nuevo default. De acuerdo con el anuncio del ministro de Economía, Hernán Lorenzino, a partir de hoy corre el plazo para que el país presente ante la Cámara de Apelaciones el anunciado escrito con el que pedirá la revisión del fallo que produjo el juez del distrito neoyorquino Thomas Griesa. La posibilidad firme es que la Argentina formalice hoy el pedido, en el que estuvo trabajando durante todo el fin de semana. Pero podría demorarse un poco más, si lo necesita.
Según afirmó ayer el diario Página 12, la estrategia oficial será apelar en su integridad la decisión de Griesa. Tanto en el fondo de la cuestión -la obligación de "tratamiento igualitario" a quienes rechazaron las dos reestructuraciones ofrecidas por el Gobierno- así como el mecanismo de pago dispuesto por el juez.
De acuerdo con fuentes oficiales citadas por el diario, la presentación argentina dirá que el criterio del magistrado no puede aceptarse porque eso perjudicaría la posibilidad de que otros países lleven adelante "procesos de reestructuración de deuda con quita significativa, reducción de los intereses y extensión de los plazos" de pago. También objetará el mecanismo de pago dispuesto por el magistrado neoyorquino e incorporará las posiciones de las distintas instituciones financieras estadounidenses que "respaldaron" la posición del país en ese sentido.
Entre ellos, el Banco de Nueva York -que es la entidad agente para el pago de la deuda-, la Reserva Federal y los fondos de inversión que participaron de los canjes de deuda de 2005 y 2010.
En las últimas horas, la decisión de Griesa fue cuestionada por no pocos operadores de mercado. "La verdad es que el magistrado no parece ver que la Argentina está pagando bien a sus acreedores de deuda reestructurada", dijo Rob Drijkoningen, a cargo de deuda emergente en ING Investment Management, para quien el fallo puede poner en riesgo ese frente.
Es que si el Gobierno cumple con su amenaza de no acatar la orden judicial, Griesa adelantó que echará mano a los pagos por US$ 3100 millones que, en pocos días, se depositarán en Estados Unidos para hacer frente a esos pagos. Eso podría implicar un incumplimiento técnico de la deuda, porque el dinero enviado para el pago regular sería dividido entre más acreedores.
La cuestión caló tan hondo en Wall Street que ya hay quienes elaboran escenarios alternativos para el caso de que el fallo prospere.
Uno de los más comentados era el del analista jefe de mercados emergentes de JP Morgan, Vladimir Werning, según quien la nada desechable posibilidad de que el fallo de Griesa sea ratificado abre otras opciones a las autoridades argentinas, entre ellas, algunas de impacto político. Una de las citadas es la de optar por una nueva "ruta de pago" para la deuda reestructurada, dentro del país en lugar de hacerlo en el exterior.
Se trata de ejercicios que revelan la impresión de que el fallo tenía posibilidades de quedar firme. Esas impresiones se basan en el hecho de que, en rigor, la Cámara ya avaló semanas atrás el criterio de Griesa en el sentido de pagar a los "fondos buitre". Si el magistrado volvió a pronunciarse fue, precisamente, porque el tribunal de revisión le pidió que sugiriera un "mecanismo de pago" para la demanda promovida por esos fondos.
"Acusar al juez Griesa de colonialismo legal es de tontos", sostuvo ayer el Financial Times, en referencia a los dichos del ministro Hernán Lorenzino. Pero, al mismo tiempo, por las "implicancias internacionales", deslizó que el expediente era demasiado como para estar en manos de un tribunal de apelación y clamó para que lo tome "cuanto antes" la Corte Suprema norteamericana.
"Hay varias opciones de apelación, pero lo más urgente es conseguir que, antes del 15, se reinstale el efecto de no innovar" y se exima así de depositar los US$ 1330 millones, explicó Eugenio Bruno, experto en reestructuración de deuda del Estudio Garrido. El letrado aceptó que hay "mucho de injusticia" en el fallo que favorece a los fondos especulativos, pero anticipó que no será eso lo que "convencerá" a los jueces sino los argumentos "un poco más técnicos".