Al servicio de la sociedad
Situaciones extraordinarias requieren respuestas extraordinarias. Por eso, para enfrentar la pandemia se necesitan soluciones elaboradas en conjunto por todos los componentes de la sociedad: Estado, ciudadanos y empresas. Estas últimas han tomado un rol activo en el acompañamiento de las personas, tanto desde sus mensajes publicitarios como también reconvirtiendo parte de su producción para generar insumos que hoy son vitales, o bien sumando donaciones para enfrentar la crisis sanitaria.
Con el objetivo de insuflar ánimo a la sociedad y promover los cuidados durante la cuarentena, Mercado Libre llegó a cambiar su logo, al igual que Burger King. Por su parte, Quilmes, junto a Restinga, una pyme del partido bonaerense de Mar Chiquita, produjo alcohol sanitizante al 70%, realizado sobre la base de mosto cervecero fermentado y posteriormente destilado. Desde la industria de la construcción surgieron diversas iniciativas que desarrollaron módulos hospitalarios para aumentar el espacio disponible ante la necesidad de internaciones si se dispara el contagio del Covid-19.
Parte de las contribuciones más significativas están llegando desde el sector de la economía del conocimiento. Por ejemplo, Globant, uno de los unicornios del país, está desarrollando un panel interactivo que permitirá medir y utilizar con eficiencia los recursos de salud disponibles durante el tratamiento de esta pandemia. Esta herramienta tiene como objetivo amplificar la capacidad del sistema de atención hospitalario, brindando información fidedigna en tiempo real para la administración en el flujo de pacientes.
Asimismo, entidades bancarias, como el Banco Santander, han hecho importantes donaciones a organizaciones de la sociedad civil destinadas a la lucha contra el coronavirus, al tiempo que han incentivado a sus clientes a hacer lo propio, comprometiéndose a duplicar el aporte que hagan.
Todas estas acciones son sumamente valiosas y demuestran que la existencia de un objetivo conjunto une a las partes. Esta conjunción genera fortalezas que es necesario registrar, pues no deben ser olvidadas apenas esta pandemia sea superada. No hay país viable si no están comprometidas todas sus partes en pos de un mejor futuro para todos.
Si algo nos dejará como enseñanza la pandemia es que debemos superar imperiosamente las individualidades. Hoy, cada gesto propio repercute en todos. Es preciso celebrar las acciones que no quedan en el mero lucro y que contribuyen a bienes intangibles, como la salud y el bienestar de la sociedad. Poner sobre la mesa lo que realmente importa es parte del aprendizaje de esta experiencia colectiva que debemos atesorar reconociendo en la mentada responsabilidad social empresaria un aliado insustituible.