Alternativa contra la polio
Como parte de su campaña por la salud en el mundo en desarrollo, la Fundación de Bill Gates quiere erradicar la poliomielitis
lanacionarBill Gates, creador de sistemas informáticos y empresario que acumuló una inmensa fortuna, optó un día por dedicar una gran parte de ella a fines filantrópicos.
Uno de sus objetivos fue el de reducir los padecimientos de la salud en los países en desarrollo. En ese sentido, se propuso colaborar en el combate global contra la poliomielitis hasta su total erradicación en el planeta, como antes ocurrió con la viruela.
La marcha emprendida por la campaña antipolio fue exitosa hasta que, durante 2009, se registró un inquietante rebrote en Africa que se extendió hasta alcanzar a países de Asia que, como Tadzhikistán, durante dos décadas no habían registrado casos de polio. Es de tener en cuenta que la acción de la Organización Mundial de la Salud (OMS), unida a la de organizaciones benefactoras, como Rotary Internacional entre 1988 y 2000, habían logrado que las estadísticas mundiales descendieran de 350.000 casos a menos de 1000.
Según refiere Wall Street Journal Americas, esa información adversa obligaba a revisar la estrategia seguida. El problema se examinó en la sede de la OMS en Ginebra y, a partir de los nuevos datos, las organizaciones internacionales y nacionales que están unidas en la lucha contra ese mal se abocaron a la tarea de corregir errores u omisiones cometidos y encontrar una forma eficaz de acceder a un mundo sin polio.
Cuando la Fundación de Bill Gates comenzó a obrar en este particular campo de combate, los grandes donantes habían elegido una estrategia vertical, que consiste en atacar una sola enfermedad por vez, a diferencia de la estrategia horizontal, más amplia en sus objetivos, ya que se pueden extender a una mejora de las condiciones de higiene de las poblaciones o asegurar la provisión de agua potable, puesto que el virus de la polio, como los de otros males, se trasmite a partir de las aguas contaminadas.
En esa situación, Bill Gates realizó un viaje a Nigeria, uno de los países que habían encendido el alerta con 816 nuevos casos. Allí, el empresario y filántropo mantuvo reuniones con médicos y profesionales, gente del área de la salud y, también, con personas de influencia religiosa y política como los sultanes, líderes islámicos de la mayor parte de la población nigeriana. Así se establecieron buenos contactos y se reunió información apta para proseguir la campaña sobre bases más firmes. Eso llevó a la Fundación Gates a proponer un cambio estratégico que combina el enfoque vertical y el horizontal, en el cual se añade el propósito de contribuir a una mayor capacitación de quienes trabajan en el campo de la salud.
Esta reseña de un proyecto pensado para beneficiar sobre todo a sociedades postergadas constituye un reconocimiento justificado por personas y por organizaciones que vuelcan sus recursos humanos y materiales para hacerlo posible. Además, merecen apreciarse las dificultades de distinta naturaleza que es necesario ir superando para llegar sin desmayos a una meta tan valiosa.
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