El crecimiento de Podemos y el escenario político español
La izquierda radical española, inconformista e intransigente como todas, está creciendo y va en camino de transformarse rápidamente en la segunda fuerza política de España, desplazando al socialismo de ese lugar.
Ambas fuerzas compiten cabeza a cabeza por los votos de la izquierda hispana. Pero Podemos está aún claramente por detrás del gobernante Partido Popular, pese a que éste ha sido ciertamente afectado por las dificultades económicas de España y por los lamentables escándalos de corrupción que han estallado en su interior.
Las últimas encuestas revelan que Podemos tendría una intención total de voto del 24 por ciento. Lo que supone un fuerte y sostenido crecimiento desde que esa aún joven agrupación tenía, en julio del año pasado, apenas una intención de voto del 15,3% y, en octubre pasado, una del 22,5%.
Estas cifras son las primeras que se conocen después del triunfo de su similar griego, el partido Syriza, que ahora es gobierno en su país. Ambos movimientos están empeñados en desplazar a las viejas elites políticas de sus respectivos países y en abandonar presurosamente las incómodas políticas de austeridad, renegociando al propio tiempo sus respectivos pasivos externos. Podemos celebró el reciente triunfo electoral de Syriza con una numerosa manifestación organizada en Madrid, que atrajo a 100.000 personas.
Pero el camino aún por recorrer es largo y difícil. Por lo demás, el éxito de las presiones y negaciones de Syriza ya no se descuenta. Buena parte del resto de la vieja Europa no quiere seguir financiando a quienes, en definitiva, no se ayudan a sí mismos, con todos los riesgos que ello significa. De modo que los términos concretos de la renegociación final que Syriza logre en definitiva acordar pueden desalentar los sueños pocos realistas de aquellos que suponen que simplemente con empujar a sus acreedores basta y que, como resultado de ello, las medidas de austeridad que hasta ahora se han adoptado quedarán definitivamente atrás, recuperando por arte de magia la vida subsidiada por terceros, quienes quiera que sean finalmente éstos.
La fuerza real de Podemos comenzará a medirse en términos relativos el mes que viene, en las elecciones de Andalucía, tierra donde tradicionalmente el socialismo ha imperado políticamente, cual bastión. Podemos aparece ya como la única alternativa viable, en coalición con el socialismo, para enfrentar al oficialismo del Partido Popular. Pero, si de pronto gana en Andalucía, para poder gobernar, Podemos deberá edificar una coalición con el socialismo, y la verdad es que sus mensajes políticos son muy diferentes.
Después de Andalucía vendrán, en mayo, las elecciones regionales españolas, y aquellas por celebrarse en Cataluña en septiembre, antes de que todo el país concurra a las urnas a fin de año. Paso a paso, las posibilidades reales de Podemos irán apareciendo, pero lo cierto es que prácticamente de la nada Podemos es ya una fuerza cierta que está en carrera por el poder, con grandes posibilidades de influir sustancialmente en esa porfía.