Excesos viales mortales
De acuerdo con la información de la Asociación Civil Luchemos por la Vida, la Argentina exhibe uno de los índices más altos de mortalidad por siniestros de tránsito: cada día mueren 19 personas. En 2019, se registraron 6627 víctimas mortales, además de los miles de heridos y lesionados.
Desde estas columnas hemos señalado en reiteradas ocasiones algunos de los factores que contribuyen a tan dolorosa realidad. Los choferes de camiones o vehículos de transporte comercial son muchas veces los protagonistas, ya sea por las altas velocidades a las que conducen, el mal estado de calles, caminos y rutas, y las consecuencias de la falta de sueño.
Según Maxtracker, empresa dedicada al rastreo satelital de vehículos, el 60% de los choferes de flotas excede las velocidades máximas y, a su vez, el 50% comete otras infracciones, como frenadas repentinas o aceleraciones bruscas que pueden ocasionar accidentes en la vía pública.
Para llegar a esa conclusión se analizó el GPS instalado en cada vehículo, verificando que el exceso de velocidad se mantuviera por más de un minuto, parámetro para determinar que no se trató de una aceleración para sobrepasar a otro vehículo. Se lo vio con mayor claridad en los transportes de larga distancia, donde resulta más habitual que superen las máximas durante más de un minuto. En este caso, la cantidad de choferes que cometieron infracciones en rutas fue muy superior a los de la ciudad: casi el 80%.
Por otro lado, conducir con sueño puede ser tan riesgoso como manejar alcoholizado. No se trata solo de dormirse al volante, pues basta con una leve cabeceada de pocos segundos para incrementar exponencialmente el riesgo de siniestro. Por ejemplo, a 120 kilómetros por hora, una cabeceada de apenas tres segundos hará que el vehículo recorra casi 100 metros sin conductor y, si fuera de seis segundos, se duplicará la distancia sin control.
La tarea de conducir demanda concentración, atención y una alerta permanente. Al manejar cansado, con sueño o disperso, las reacciones se ralentizan y se altera la capacidad de decisión; ante un peligro, no se reacciona con rapidez y el riesgo de siniestro aumenta.
Demás está decir que el deber de las autoridades es persistir en las campañas de prevención y ser estrictas en la aplicación de sanciones a los infractores. El 28 de este mes se lanza en todo el mundo el Segundo Decenio de Acción para la Seguridad Vial, promovido por las Naciones Unidas, con la adhesión argentina, que pretende reducir un 50% las muertes para 2030. Mejorar el comportamiento de los conductores dependerá de cuánto se los concientice. De todos depende que tengamos calles y rutas más seguras, pues está comprobado que un elevadísimo porcentaje de los accidentes de tránsito son responsabilidad directa o indirecta de las decisiones del conductor. Nada hay más valioso que la salud y la vida.