Hezbollah y el terrorismo
Hezbollah, el movimiento chiita que responde a Irán, la nación que más promueve actualmente el terrorismo, debería ser expresamente incluido por las autoridades nacionales como uno de los grupos a los que se debe tener por promotores y ejecutores de atentados terroristas.
Hay fuertes indicios de que algunos de sus agentes fueron los responsables directos de los atentados perpetrados contra la embajada de Israel, en 1992, y contra la mutual judía AMIA , en 1994. También se sospecha que podría haber participado en la muerte del fiscal Alberto Nisman, para la que habrían operado desde Uruguay.
En opinión de un tribunal judicial internacional de las Naciones Unidas, sus efectivos fueron asimismo ejecutores de los atentados terroristas realizados contra el expresidente libanés Rafiq al-Hariri.
Se trata de un movimiento sumamente violento, que hoy controla por la fuerza el sur del Líbano y que, además, se ha transformado en una fuerza política decisiva en el particular entramado del gobierno multicolor de ese país.
Hoy Hezbollah es, probablemente, la milicia armada fanática más poderosa y mejor equipada del mundo. Irán la sostiene y le provee constantemente de entrenamiento y armamentos de todo tipo, reforzando así su extrema peligrosidad.
Hezbollah nació en 1982 luego de la invasión israelí al Líbano. Hoy es férreamente conducido por Hassan Nasrallah, un violento y combativo líder religioso islámico libanés que vive sumergido en la oscuridad.
El gobierno argentino se dispone a oficializar un decreto por el cual se declara a Hezbollah "grupo terrorista". Ese paso será leído como un endurecimiento a las restricciones financieras y políticas de los integrantes de ese grupo en territorio de nuestro país.
El endurecimiento de la postura argentina se asocia con la visita que hizo a nuestro país el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, y también con un pedido de Israel en el mismo sentido.
El jueves próximo se cumplirán 25 años del ataque terrorista contra la AMIA. Urge que el gobierno nacional, además de propiciar todas las acciones que tiendan a favorecer el trabajo judicial sobre tan artero ataque, deje bien claro a nuestro país y al mundo que no habrá ningún tipo de consideraciones contra quienes están sindicados de haber provocado semejante masacre.
Este jueves, cuando se recuerde a las 85 víctimas del atentado contra la AMIA, nuestro país debería llevarles a sus familiares, amigos y a la ciudadanía en su conjunto el mensaje y la certeza en él incluidos de que no puede considerarse de otra forma a Hezbollah que no sea como una organización terrorista.
Como bien ha dicho el presidente de la AMIA, Ariel Eichbaum, "las naciones no pueden tolerar de ninguna manera que el terrorismo tenga fuentes de financiamiento en sus países".