Los jóvenes y el ambiente sano
Aunque podamos cuestionarnos si el debate generacional es productivo cuando hablamos de cambio climático, mucho tenemos que aprender los mayores de los más jóvenes. Cuando el planeta se ve amenazado, en gran medida por culpa de sus padres y abuelos, son ellos quienes alzan con fuerza la voz para alertar sobre los peligros y exigir soluciones.
Con apenas 16 años, la sueca Greta Thunberg se convirtió en una de las caras visibles del activismo juvenil bien entendido, y su ejemplo ha inspirado a muchos niños y adultos que se expresan en plataformas como Fridays For Future, Juventud X el Clima y Extinction Rebellion. Tras plantarse el año pasado ante el Parlamento en Estocolmo para pedir que cumplieran con el Acuerdo de París, muy preocupada por el verano récord de 2018, arribó recientemente a Nueva York a bordo de un velero que no emite carbono para participar de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Cada vez más argentinos se suman a distintas iniciativas en la misma dirección. Cero Basura propone reducir los desperdicios, y uno de los caminos posibles es suprimir el empleo de plásticos de un solo uso. Botellas de agua, bolsas, vasos, envases de champú y productos de limpieza son algunas de las miles de aplicaciones de este material no biodegradable que proponen sustituir. "Comunidad Argentina Zero Waste" es un grupo de Facebook de intercambio de consejos y experiencias a partir de las "5 erres" en desperdicios: rechazar, reducir, reutilizar, reciclar y hacer compost (rot, en inglés).
Desde el Estado, iniciativas como prohibir el uso de sorbetes o de bolsas de nylon en los supermercados son importantes, pero se vuelven casi insignificantes a la hora de cuantificar la descontrolada utilización de plásticos para múltiples fines. Reiteradamente, hemos abordado desde estas columnas la preocupante situación de nuestros océanos inundados de este material. Afortunadamente, día tras día, hay más conciencia sobre estas cuestiones y las filas de quienes apuestan a reemplazarlos se nutren de sangre joven. Un claro ejemplo es el de las bolsas de tela para compras, que han pasado a ser un elemento casi indispensable para muchos asociados a un "no, gracias" ante el ofrecimiento de otra que no sea de maíz o de algún material biodegradable. Líneas de cosmética y belleza ecológicas proponen formatos de pastillas para distintos productos, suprimiendo el envase plástico y de los también cuestionados parabenos. Cepillos de dientes de bambú, desodorantes en barra o roll-on que prescinden también del aluminio son ejemplos de estas nuevas tendencias que vuelven a rendir tributo al vidrio como material noble y reutilizable.
Todos podemos sumarnos a estos buenos ejemplos en nuestro cotidiano accionar. De manera progresiva, reemplazando los productos que dañan nuestro planeta, imaginando y construyendo juntos un futuro menos contaminado en el que los seres humanos vivamos en verdadera armonía con el ambiente.