Transparentar y asegurar el conteo de votos
Garantizar la competencia y no la preferencia será clave en el proceso de licitación para la adjudicación del escrutinio provisional de los próximos comicios
Después de la apertura, días pasados, de los sobres con las ofertas técnicas para seleccionar la empresa que llevará adelante el conteo provisional de votos de los comicios de este año, el viernes último se realizó la apertura de los correspondientes a las propuestas económicas. Claramente, es esta una de las contrataciones con mayor impacto sobre nuestra democracia y, por ende, sobre el futuro del país.
Como de cara a cualquier elección, lo que está en juego es mucho más que la victoria de uno u otro candidato. Están en juego la República y la confianza en nuestras instituciones. Traer esta cuestión a la agenda pública es sumamente importante y se ha de transparentar el proceso de adjudicación con el objetivo de dar a conocer los antecedentes de las empresas, personas e intereses involucrados en el concurso para elegir al responsable del escrutinio de la noche de los comicios, que nos dará, entre otros cargos, un nuevo presidente.
Las elecciones son organizadas por el Ministerio del Interior, pero la licitación es responsabilidad del Correo Argentino, que depende de la Secretaría de Modernización, que lidera Andrés Ibarra. Compiten, por un lado, la empresa Smartmatic, de origen venezolano, que en diciembre pasado ya había ganado la licitación para proveer el software para la transmisión de datos desde los colegios electorales a los centros de cómputos.
Esta compañía nació durante la Venezuela chavista y abandonó su tarea en ese país tras denunciar manipulaciones del gobierno respecto de los datos de participación en las urnas durante los comicios para la Asamblea Constituyente. Smartmatic ganó luego la licitación para organizar las elecciones en Los Ángeles, Estados Unidos, en 2020. Algunos de los últimos procesos electorales en los que trabajó esta compañía fueron cuestionados e investigados. Ocurrió en El Salvador y también en elecciones en Filipinas, cuando fue acusada por candidatos opositores.
En la apertura de sobres del viernes, Smartmatic presentó la mejor oferta económica (17,1 millones de dólares), pero deberá pasar por una segunda instancia de revisión junto con la empresa Scytl (ofreció 17,9 millones de esa moneda).
Scytl es una startup catalana especializada en voto electrónico que en 2015 sorprendió al mercado al ganar la licitación para el escrutinio de las elecciones nacionales españolas y contratar a Jesús Gil Ortega, un exdirectivo de Indra, otra de las empresas que se presentaron a nuestra licitación y que quedaron fuera de competencia. En Ecuador, Scytl fue declarada "contratista incumplida" debido a la lentitud del sistema implementado y los errores en el software que no fueron solucionados a tiempo. También tuvo traspiés en México. Actualmente, organiza las elecciones municipales, autonómicas y para el Parlamento Europeo del 26 del mes próximo, en España.
Indra quedó fuera de carrera, pues cotizó 19,2 millones de dólares para el servicio del escrutino provisional. El definitivo, como se sabe, corre por cuenta de la Justicia Electoral.
Indra es una empresa española que, en nuestro país, ha venido ganando consecutivamente desde 1997 las compulsas para brindar servicios en procesos electorales, es decir, el escrutinio provisional de las elecciones que se llevaron a cabo durante todos los gobiernos que siguieron desde entonces. También ha estado envuelta en varias controversias y, en esta oportunidad, alertó que podría ir a la Justicia para que no se adjudique el actual contrato a las que fueron sus competidoras.
En el Correo Argentino son conscientes de que se está frente a uno de los concursos más sensibles para el gobierno de Cambiemos. Respecto de quien finalmente resulte adjudicatario, se realizarán comprobaciones respecto de su capacidad financiera y composición societaria y solo después se adjudicará al que corresponda. Se trata de un hecho inédito en los últimos 22 años, ya que por primera vez se abrió la competencia a varias empresas.
Un proceso de licitación y adjudicación sano y sin resquicios para la sospecha es piedra fundamental de este camino. Sin dudas, el ganador de esta adjudicación deberá ser el que asegure la mayor calidad de servicio, con los antecedentes técnicos más sólidos, las mejores referencias y un historial de experiencias exitosas que lo avalen por encima de los yerros que puedan haber cometido. ¿Quién podría mejorar la reputación de la Argentina si no se pudiera confiar en el valor del voto?
Urge hacer un llamado a la responsabilidad de los evaluadores y funcionarios encargados de definir al proveedor desde el Correo Argentino. Sea quien fuere el elegido, deberá garantizar la transparencia, eficiencia y confiabilidad del sistema, pues en él se depositará el destino de un país que necesita, hoy más que nunca, asegurar no solo la confianza interna, sino también la del mundo en él. Hemos de estar a la altura de las circunstancias.