¿Triunfó Donald Trump en Irán?
Los acólitos de Trump rápidamente lo proclamaron victorioso por haber eliminado al arquitecto de la aventura internacional de Irán y evitado una respuesta más dañina. Esta evaluación fue prematura y miope. Los ataques de Irán a los intereses y aliados de los Estados Unidos seguramente continuarán en los próximos meses. A menos que el gobierno de Trump intensifique velozmente su juego diplomático, lo que el ayatolá Ali Khamenei ha llamado su objetivo final -la eliminación de los EE. UU. de Medio Oriente- pronto podría concretarse en Irak y Siria.
En su discurso en la Casa Blanca el miércoles, Trump afirmó que "nunca dejaría" que Irán tenga un arma nuclear. Pero, después de desechar el acuerdo que redujo el programa de Irán, no ha articulado ninguna estrategia coherente para detener el enriquecimiento adicional de uranio en Irán, fuera de pedir a aliados europeos y a Rusia que renuncien a sus intentos de salvar aquel pacto.
Trump debe aceptar la pausa en las hostilidades como una oportunidad para comenzar negociaciones serias con la república islámica. Ese es el curso alentado no solo por la mayoría de los norteamericanos, sino también por los aliados de Medio Oriente, como Arabia Saudita y Qatar. El miércoles hubo motivos para el alivio de que los EE.UU. e Irán habían evitado caer en una guerra a gran escala. Pero la manifiesta falta de objetivos o estrategias claras de Trump, junto con su disposición a ordenar movimientos de tropas por impulso, es motivo de alarma continua.
The Washington Post