YMCA, 120 años de compromiso
A mediados del siglo XIX, como respuesta a los cambios introducidos por la Revolución Industrial, nacía en Inglaterra la Young Men’s Christian Association, más conocida como la YMCA, Asociación Cristiana de Jóvenes, en castellano. Desde entonces, fruto de su compromiso y esfuerzo, contabilizan unos 65 millones de miembros en 130 países. En la Argentina (ymca.org.ar), hoy celebra 120 años de consustanciación con la realidad nacional.
Se trata de una activa organización laica de carácter ecuménico e interreligioso que promueve la apertura, el pluralismo y la defensa de la justicia, el amor, la paz y la solidaridad como valores que jalonan variadas tradiciones. En ese espíritu, trabaja y articula con instituciones privadas y públicas para potenciar sus acciones e impacto. La apertura, como rasgo destacado, lleva a sus miembros a construir puentes de mutuo conocimiento y diálogo no solo entre cristianos, sino también con las comunidades judía e islámica argentinas, desarrollando una convivencia creativa y fructífera que debería servir de ejemplo para nuestra fracturada sociedad.
El año pasado, como cada año, con la participación de destacados panelistas, se realizó el XX Congreso Nacional sobre valores, pensamiento crítico y tejido social dirigido a reflexionar e intercambiar ideas para la construcción de un mundo y un país mejores.
Numerosas sedes en distintos puntos del país son espacios privilegiados para actividades sociales, deportivas, turísticas y culturales que siembran camaradería, acercan a generaciones y promueven sanos liderazgos entre los más de 21.000 miembros argentinos de la institución. Los Colegios YMCA brindan una educación participativa y abierta a la diversidad, y los centros turísticos ofrecen alternativas de esparcimiento y actividades muy valoradas por todos los miembros.
YMCA no es un club, un colegio ni un centro turístico o cultural. Y sin embargo, es todo eso y más. La labor de líderes, voluntarios, asociados, estudiantes y participantes en general logra poner al servicio del desarrollo social y la solidaridad las distintas herramientas que han sabido diseñar y actualizar. Hoy, como hace más de cien años, la Asociación Cristiana de Jóvenes es actor prestigioso y destacado del quehacer nacional.