Rechazan el traslado provisorio de una escuela de Retiro
La Banderita, que alberga los tres ciclos, funcionará en un viejo depósito mientras se construye un polo educativo
La construcción del polo educativo en la villa 31 de Retiro generó divergencias entre los vecinos y el gobierno porteño. Anteayer se realizó un abrazo simbólico al edificio de La Banderita, donde funcionan las escuelas infantil Nº 5, primaria Nº 25 Bandera Argentina y de educación media Nº 6 Padre Carlos Mugica. Entre todas, suman 750 alumnos.
El abrazo fue para protestar en contra del traslado, para 2018, de las actividades escolares a un edificio en la avenida Ramón Castillo al 1700, entre las calles 12 y 9, hasta que se construya el polo educativo en el predio donde hoy funcionan las tres escuelas, en Letonia y Antártida Argentina. El nuevo establecimiento tendrá 22 aulas primarias y 11 iniciales.
Los ciclos inicial y primario funcionarán durante 2018 en un espacio que ocupaba una concesionaria de automóviles, entre un depósito y una sede de la Policía Metropolitana. Por estas horas, la fachada de lo que será la escuela provisoria tiene grafitis y los techos están desprendidos. En la acera, hay colchones y mantas de personas en situación de calle.
La comunidad educativa considera que el edificio, que califican como "galpón", no cumple con requisitos fundamentales para albergar a los alumnos. Y recuerdan que el Ministerio de Educación había prometido que no iban a tener que mudarse durante la construcción del polo. Se había hablado de una construcción por etapas, en tres años. La justificación para el cambio de planes se basa en "cuestiones de seguridad", según explicaron fuentes del ministerio, que insistieron en que la obra estará terminada en un año.
Fuentes del ministerio a cargo de Soledad Acuña afirmaron que "no es posible ejecutar las obras sin el traslado temporal del establecimiento, ya que los trabajos de las escuelas nuevas se desarrollarán sobre la misma superficie en la que funcionan hoy". Se espera que hoy difundan un render y un informe con las obras que pondrían a punto el edificio para 2018.
Otra de las cuestiones es que el espacio cuenta con una capacidad menor que la que tienen las escuelas hoy, según fuentes de la Mesa de Trabajo por el Polo Educativo para Retiro. "Se pierden 120 vacantes de nivel inicial, sin poder cumplirse la educación formal en salas de 4 y 5 años, y 147 de nivel primario", informaron sus referentes. Consultado sobre este conflicto, el gobierno porteño aclaró a LA NACION que "no habrá reducción de vacantes".
Las quejas por el traslado incluyen la supuesta falta de luz y ventilación y que la zona es insegura. "Se trata de un terreno no neutral ni ajeno a las problemáticas que suceden en el interior del barrio", según algunas familias.
Florencia Diasprotti, docente de la Escuela Media Nº 6, agregó que "hay una falta de certeza de que la obra se va a construir en este predio, porque no hay número de expediente de inicio de obra".
Le preocupa que los alumnos del nivel secundario son muchas veces los responsables de llevar a los más chicos a la escuela y que la distancia entre ambas sedes va a complicar la logística. "Son entre 20 y 30 cuadras. Habrá que ver qué privilegian las familias", dijo Diasprotti.
En el abrazo no sólo participaron alumnos, padres, docentes y autoridades de las escuelas, sino también representantes de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la legisladora Laura Marrone (Frente de Izquierda y de los Trabajadores).
"Habíamos conseguido presentar en la Legislatura un proyecto de máxima, pensado con toda la comunidad educativa, que implicaba una escuela muy distinta de la que proyecta el gobierno, que no considera lo que la comunidad necesita", dijo Laura Marrone en el acto.
Su preocupación principal radica en el problema de la limitación de vacantes para el año próximo. La legisladora opositora explicó que su espacio reclama 40 jardines de infantes y 33 escuelas primarias, que estiman es lo que hace falta para cubrir las vacantes que requieren ambos niveles.