A la caza del misterioso submarino fantasma

MOSCU (DPA).- Rusia está a la caza de un misterioso submarino extranjero. Si hay que creerle al ministro de Defensa ruso, Igor Sergueyev, entonces este "fantasma" es el culpable de haber hundido el submarino Kursk con toda su tripulación.

El "submarino asesino", como lo llaman algunos periódicos rusos, habría sido incluso localizado antes de desaparecer. La teoría de la colisión le sirve sobre todo al criticado presidente ruso, Vladimir Putin, y a la cúpula militar, para eludir responsabilidades. No es desde luego casualidad que la marina y el gobierno difundan masivamente esta teoría.

Los responsables de una colisión, calcula probablemente el Kremlin, serían los capitanes de los submarinos, en ningún caso la comandancia. Y el fallecido capitán del Kursk, Gennadi Lyachin, ya no puede defenderse de las acusaciones.

Tras décadas de propaganda durante la Guerra Fría contra el enemigo occidental, el Kremlin puede contar con que sus acusaciones tengan cierto eco en la población. Muchos todavía creen posible que los Estados Unidos o la OTAN planeen un complot contra Rusia.

"Nunca lo admitiríamos"

"La OTAN ha dicho: "No, nuestros barcos no estaban en la zona"", dijo Sergueyev anteanoche en la televisión. Sin embargo, en Bruselas se añadió: "Aunque así fuera, nunca lo admitiríamos".

Estados Unidos y Gran Bretaña han negado cualquier implicación en el siniestro. Sin embargo, si Rusia sigue insistiendo en buscar culpables en el extranjero, las relaciones con Occidente podrían deteriorarse. Hasta el momento, los militares occidentales han reaccionado con serenidad y el almirante noruego Einar Skorgen calificó todo de "propaganda interna rusa".

Contra la teoría de la colisión se adujo que entonces se habría tenido que encontrar la otra nave. En este sentido, Sergueyev anunció que, un día después del hundimiento del Kursk, se localizó "un segundo objeto". Pero, antes de que pudiera ser identificado, "ya no estaba allí".