Acercamiento de Sharon y Abbas antes de la cumbre con Bush
JERUSALEN.- El primer ministro israelí, Ariel Sharon, dijo ayer a su par palestino, Mahmoud Abbas, que levantará el sitio a Cisjordania y liberará a prisioneros si los palestinos combaten a los grupos extremistas que atacan a los israelíes, como establece el plan de paz para la región respaldado por Estados Unidos.
A pocos días de que ambos mandatarios se reúnan con el presidente estadounidense, George W. Bush, el líder palestino, Yasser Arafat, recibió favorablemente la reunión entre Sharon y Abbas (también conocido como Abu Mazen) y declaró que está dispuesto a aplicar de inmediato la llamada "hoja de ruta", afirmó ayer el asesor de Arafat, Nabil Abu Rudeina.
Abbas y Sharon emitirán un comunicado conjunto sobre la "hoja de ruta" -el plan de paz para la región diseñado por Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y las Naciones Unidas, que prevé la creación de un Estado palestino para 2005- el próximo miércoles, luego de la reunión que mantendrán con Bush en Jordania.
Israel aprobó la "hoja de ruta" el domingo último, luego de que Sharon presentó 14 objeciones a Washington, pero los dirigentes palestinos creen que atender esas reservas retrasará la aplicación del plan de paz.
En el encuentro de ayer, que según el gobierno israelí se realizó en una "atmósfera positiva" y que Abbas calificó como "serio, franco y benéfico", se estableció que el ejército israelí se retirará en forma paulatina de sectores de la Franja de Gaza y Cisjordania, y que la policía palestina irá asumiendo la responsabilidad de la seguridad en estas áreas, informó Radio Israel.
Sharon también se mostró dispuesto a emitir hasta 25.000 permisos de trabajo para los palestinos y afirmó que 8000 de esos trabajadores podrían permanecer durante la noche en Israel. Por otra parte, aceptó liberar a dos palestinos encarcelados, dijo ayer el ministro palestino de Información, Nabil Amr.
A cambio, "el primer ministro demandó que su colega palestino adopte una acción vigorosa para detener el terrorismo y medidas prácticas sobre el terreno", señaló la oficina de Sharon en un comunicado emitido tras la reunión. Esas medidas incluirían el "desmantelamiento de organizaciones terroristas, el arresto de terroristas y la confiscación de armas ilegales", agregó.
Esperanza de paz
Por su parte, la delegación palestina -compuesta por Abbas, el ministro de Seguridad, Mohammed Dahlan, y el de Relaciones Exteriores, Nabil Shaath- exigió la aplicación de la "hoja de ruta" íntegramente y sin modificaciones, así como el levantamiento del asedio a Arafat, presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Además, exhortó a Sharon a poner fin a las incursiones en territorio palestino, a los asesinatos de activistas de la resistencia palestina y la construcción y expansión de asentamientos judíos.
Al terminar el encuentro, que se celebró en Jerusalén y duró unas tres horas, la delegación palestina se dirigió al cuartel general de Arafat en Ramallah (Cisjordania), para informarle sobre los resultados del mismo.
"El presidente Arafat aprueba los esfuerzos de Abu Mazen y confirma que la hoja de ruta se aplicará de inmediato", afirmó luego Abu Rudeina.
Horas antes, Abbas -quien asumió como primer ministro el 30 de abril último, después de que Arafat cediera a la presión internacional para que designara un primer ministro que iniciara reformas democráticas y de seguridad- se había manifestado esperanzado de poder alcanzar una tregua con las organizaciones radicales antes de la cumbre tripartita con Sharon y Bush.
En una entrevista publicada ayer por el diario Yediot Ahronot, Abbas dijo que esperaba que los militantes del grupo Hamas que cometieron atentados suicidas en Israel acepten detener sus ataques contra israelíes la próxima semana.
"Hamas se va a comprometer a poner fin a los ataques tanto dentro de Israel como en los territorios ocupados", dijo al periódico. "Tras el acuerdo con Hamas -agregó- espero alcanzar también un acuerdo con las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa y con la Jihad Islámica."
Dirigentes de Hamas dijeron que estaban estudiando la propuesta de Abbas. Pero su fracaso en conseguir un acuerdo en las conversaciones sostenidas la semana pasada y las promesas de los militantes de arruinar la "hoja de ruta" sembraron dudas acerca de las posibilidades de éxito del primer ministro palestino. En tanto, la Brigada de Mártires Al-Aqsa, un grupo militante afiliado a la facción Fatah de Arafat y de Abbas, emitió ayer un comunicado donde dijo que rechazaba "la hoja de ruta al infierno".
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