El conflicto en Siria. Al-Assad impide a la Cruz Roja llegar al bastión rebelde
Pese a que los había autorizado, bloqueó la ayuda para el símbolo opositor de Baba Amro
BEIRUT.- Un día después de que el régimen sirio doblegó la resistencia del bastión rebelde de Baba Amro, en la asediada Homs, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) denunció ayer que el régimen sirio de Bashar al-Assad impidió a su convoy humanitario ingresar en el distrito, en el que, según la oposición, las tropas del presidente cometieron una masacre.
El barrio residencial se convirtió en un símbolo de la resistencia después de que el ejército lo rodeó con tanques y lo bombardeó intensamente durante cuatro semanas. La ofensiva dejó cientos de muertos y heridos civiles, que intentaban protegerse en edificios arruinados. En un comunicado, el CICR informó que su caravana de siete camiones con alimentos y otros suministros de ayuda humanitaria para la población civil había llegado al área bombardeada -tal como había acordado con el gobierno sirio-, pero que no se le permitió ingresar. Lo mismo ocurrió con ambulancias de la Media Luna Roja Arabe Siria, preparadas para tratar y evacuar a heridos y enfermos.
"Es inaceptable que las personas que han necesitado asistencia de urgencia por semanas aún no hayan recibido ninguna ayuda. La situación humanitaria, que ya era muy grave, empeoró", dijo el presidente del CICR, Jakob Kellenberg.
"Nos quedamos en Homs con la esperanza de ingresar en Baba Amro en el futuro cercano. Muchas familias ya huyeron y las ayudaremos tan pronto como podamos", añadió.
Según un activista en Homs, "el ejército retrasó la caravana porque quiere limpiar" lo que dejó la feroz ofensiva en Baba Amro.
Las condiciones de vida en Homs son extremas. Las imágenes de televisión mostraban ayer una fuerte nevada, y sus habitantes carecen de luz y combustible para calentarse. Además, hay escasez de alimentos y medicinas. "Todos los hombres que se quedaron en el barrio, de entre 14 y 50 años, fueron arrestados. Tememos que sean masacrados. ¿Dónde está el mundo?", se preguntó un activista opositor.
Los rebeldes se retiraron anteayer del barrio rebelde, en un momento clave para la revuelta, que ya lleva casi un año. Muchos de los cerca de 2000 combatientes que resistían en Baba Amro murieron o resultaron heridos en la ofensiva, aseguraron los activistas, y añadieron que es imposible dar una cifra final de víctimas debido a los bombardeos. Cientos ya huyeron de lugar.
Por su parte, el fotógrafo británico Paul Conroy, evacuado esta semana de Siria, aseguró en una entrevista con Sky News que los bombardeos del ejército contra Homs fueron una "masacre indiscriminada de hombres, mujeres y niños".
El CICR informó, en tanto, que las autoridades sirias le entregaron los cuerpos de los dos periodistas muertos el 22 de febrero pasado en Homs, la norteamericana Marie Colvin y el francés Rémi Ochlik, que fueron trasladados a un hospital de Damasco.
Mientras, la represión del régimen continúa. Ayer disparó contra miles de personas que se manifestaron en todo el país para reclamar que el Ejército Siria Libre (ESL) pueda recibir armas desde el extranjero. Por lo menos 35 personas murieron, entre ellas 10 en Baba Amro.
Presión internacional
Ante la actitud del régimen, la presión internacional para que detenga la represión sigue creciendo.
Ayer, en una muestra poco habitual de unidad con Occidente, Rusia y China -habituales aliados de Damasco- se sumaron a los otros miembros del Consejo de Seguridad de la ONU para expresar su "profunda decepción" ante la negativa de Siria de permitir la visita de la secretaria general adjunta de Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, y pidieron que se autorice su entrada en el país.
El gobierno francés, además, anunció que cerrará su embajada en Siria y señaló que está listo para aumentar su apoyo a los rebeldes.
Agencias AP, AFP, DPA y Reuters
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