La crisis global / Histórico auxilio financiero. Asfixiada, Grecia apeló al plan de ayuda
Los préstamos de emergencia de la UE y del FMI ascienden a 60.500 millones de dólares; es el mayor rescate a un país de la eurozona
PARIS.- Asfixiada por el peso de su enorme deuda y la presión de un vencimiento inminente, Grecia terminó ayer por pedir a la Unión Europea (UE) y al Fondo Monetario Internacional (FMI) un préstamo de urgencia por un total de 45.000 millones de euros (60.500 millones de dólares), uno de los mayores rescates de la historia.
La operación de salvamento fue, no obstante, condicionada por Alemania, que será el principal contribuyente, y cuyo gobierno manifestó que la estabilidad del euro es la prioridad.
"Los mercados no respondieron [al plan de ayuda que había decidido la UE el 25 de marzo]. Porque no creían en la voluntad europea o porque algunos habían decidido seguir especulando", se lamentó el primer ministro griego, Giorgios Papandreu, al anunciar las razones de esa solicitud en un discurso transmitido por la televisión.
La Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI deben pronunciarse sobre esa solicitud "rápidamente", indicó un vocero de la Comisión en Bruselas.
Una vez que la operación haya sido considerada "justificada" por esas tres instancias, se pedirá la intervención de los otros 15 Estados de la eurozona. Estos han prometido a Atenas préstamos bilaterales por un total de 30.000 millones de euros. Francia, por ejemplo, ya inscribió en su presupuesto 2010 un crédito de 3900 millones.
Alemania, primera economía europea, será el mayor contribuyente de esa ayuda con unos 8400 millones de euros, desembolsados en forma de crédito por el banco público KFW y garantizados por el Estado federal.
España, que ejerce la presidencia semestral de la UE, también se declaró dispuesta a desbloquear su parte, que asciende a 3675 millones de euros (unos 5000 millones de dólares) Esos préstamos serán realizados a tres años y a una tasa de interés preferencial cercana al 5%. Los 15.000 millones de euros restantes deberían ser desbloqueados por el FMI. Como la institución dirigida por Dominique Strauss-Kahn no está sometida a procedimientos de coordinación política, esa ayuda llegará a Atenas probablemente en forma más rápida que la asistencia europea.
Esas cifras deberían cubrir con creces las necesidades financieras de Grecia para 2010, estimadas a 30.000 millones de euros. Al precio de unas tasas altísimas, el país cubrió sus necesidades de financiación para este mes y ahora debe hallar cerca de 10.000 millones de euros para el mes que viene. El gobierno de Papandreu debe hacer frente el 19 de mayo a un vencimiento de 8500 millones. Hasta ahora, Atenas no ha hecho ninguna estimación para 2011 y 2012.
Los mercados financieros, que obligaron al gobierno griego a anticipar una decisión que esperaba realizar sólo en mayo, reaccionaron positivamente. Las bolsas europeas cerraron en alza, y el euro, brevemente debilitado tras el anuncio, progresó durante la jornada.
En el mercado de obligaciones, en el que se juega la suerte de las finanzas griegas, la prima de riesgo impuesta al país dejó de aumentar. Las tasas de las obligaciones del Estado griego permanecieron, sin embargo, a más del 8,6% para los empréstitos a más de diez años.
Francia, España e incluso Estados Unidos recibieron positivamente el pedido de Atenas. Pero la canciller alemana, Angela Merkel, anunció de inmediato que supeditaba el otorgamiento del préstamo europeo a ciertas condiciones. El programa será activado únicamente "si la estabilidad del euro en su conjunto" se ve amenazada, y si Grecia "presenta un plan de economía creíble", declaró la jefa del gobierno alemán, confrontada a una opinión pública francamente hostil al principio de esa ayuda.
Apremiada por los mercados
El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, planteó las mismas condiciones y evocó la primera semana de mayo como fecha realista para una decisión concreta. Schäuble admitió haber pedido ayer a su homólogo griego "esperar un poco" antes de solicitar ayuda a sus socios. Ante el nerviosismo de los mercados, Atenas decidió desoír el consejo.
A fin de evitar un atraso que podría hacer reaccionar otra vez en forma negativa los mercados, el director general del FMI se comprometió a dar una respuesta "rápida" a la solicitud griega. Strauss-Kahn se reunirá mañana en Washington con el ministro griego de Finanzas, Giorgios Papaconstantinou.
Con excepción de Alemania, la mayoría de los dirigentes de la UE también parecen decididos a hacer las cosas rápidamente. La puesta en marcha de ese plan -sin precedente en los 11 años de existencia del euro- responde no sólo a la decisión política de ayudar a un miembro de la eurozona. Sobre todo, obedece a la necesidad de evitar el contagio a otros países con serios problemas financieros como Irlanda, España o Portugal.
Nadie excluye, sin embargo, que la solicitud griega deba ser aprobada al más alto nivel por los jefes de Estado y de gobierno de los otros 15 países de la eurozona, antes de ser sometida al aval de los Parlamentos en ciertos países, entre ellos el de Alemania.
Ese plan tiene como objetivo principal "volver a estabilizar el euro, que lo necesita", declaró ayer la ministra de Economía francesa, Christine Lagarde, al referirse al reciente repliegue de la moneda europea.
Refiriéndose a los riesgos de contagio de la crisis griega a otras economías europeas, Lagarde respondió: "No, ni lo pienso. Lo que esperan los mercados es que pongamos en marcha el mecanismo que hemos previsto; que los griegos respeten los compromisos que asumieron y [ver] que hay una solidaridad de grupo que se manifiesta en forma clara".
La activación del plan de ayuda se produce tras varios días muy difíciles para Grecia. Anteayer, la Oficina Europea de Estadísticas (Eurostat) revisó al alza el déficit griego, que en realidad no fue de 12,9% -como se había estimado inicialmente-, sino de 13,6% del PBI. Y la agencia Moody´s volvió a bajar la nota país, manteniéndolo en vigilancia negativa.
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