El triunfo de la derecha en Italia: conferencia de prensa de la coalición ganadora. Berlusconi: "Habrá momentos difíciles"
El futuro premier dijo que las reformas que intentarán sacar a su país de la crisis "tendrán contenidos de impopularidad"
ROMA.- Silvio Berlusconi demostró ayer que ya no quiere dar la imagen del vendedor de sueños imposibles, sino de un político realista, que deberá tomar las riendas de un país con inmensas dificultades.
Por eso, ya en su nuevo papel de futuro primer ministro de Italia después de su triunfo en las urnas, volvió a advertir que en los próximos meses vendrán tiempos duros, tal como dijo durante la campaña electoral.
"Habrá momentos difíciles y hará falta una fuerte renovación para hacer las reformas necesarias, que tendrán contenidos de impopularidad", dijo en una conferencia de prensa en Palazzo Grazioli, su mansión romana, el líder de derecha, que ya estuvo en el poder dos veces (1994-95, y 2001-2006).
No por nada, al responder la pregunta de cuáles serán los sacrificios que los italianos deberán hacer, el Cavaliere , de 71 años, no tuvo pelos en la lengua. "Son los cortes que habrá que hacer en los entes [públicos], en los privilegios [de la clase política] y en los gastos de la administración pública", contestó. La deuda pública italiana es la tercera entre las mayores del mundo.
Berlusconi, que en las elecciones del domingo y el lunes pasados logró una victoria neta y la mayoría absoluta en el Parlamento, habló después de haber mantenido la primera reunión cumbre con sus principales aliados.
De hecho, en la conferencia de prensa apareció junto con Gianfranco Fini, líder de la ex fascista Alianza Nacional y socio del Partido del Pueblo de la Libertad (PDL); con Umberto Bossi, de la Liga Norte, un partido xenófobo que fue secesionista y que con más del 8% de los votos se convirtió en el socio fuerte, y con Raffaele Lombardo, del Movimiento por la Autonomía, aliado del PDL en la región de Sicilia.
Si bien se esperaba que los ganadores de las elecciones anunciaran los nombres de ministros del gobierno que asumirá en mayo, Berlusconi no quiso dar precisiones, aunque ya adelantó que Franco Frattini será el canciller.
Polémica con España
Confirmó, sin embargo, que habrá cuatro mujeres en su Ejecutivo de 12 ministros, como había revelado durante la noche de su triunfo electoral.
Aprovechó para precisar sus declaraciones acerca de que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero era "demasiado rosa", en el sentido de que tiene demasiadas mujeres, una afirmación que en España provocó reacciones furibundas. "Al respecto, quiero decir que evidentemente algún travieso ha citado mal mis palabras, y hasta leí que una señora del gobierno español se ha ofendido por esto", lamentó.
"Quiero que recuerden que yo he apreciado mucho el color rosa del gobierno de Zapatero y dije que vale la pena seguirlo, porque puede que sus componentes sepan proveer una serie de medidas que parten de la vida vivida, de la realidad concreta de ser madre y esposa, y también quizá de la mujer que trabaja", dijo Berlusconi, uno de los hombres más ricos de Italia.
Tal fue la reacción que provocaron sus palabras en España que la ministra de Infraestructuras, Magdalena Alvarez, dijo que "muchas mujeres nunca querrían trabajar con un político que piensa de esta manera".
Y hasta la presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, Esperanza Aguirre, del opositor Partido Popular, se solidarizó con el gobierno socialista al afirmar que una de las mejores decisiones de Zapatero había sido "nombrar a tantas mujeres en su gobierno".
En otro orden, los resultados de las elecciones regionales y locales que también tuvieron lugar el domingo y el lunes pasados, en coincidencia con los comicios para renovar el Parlamento, confirmaron la debacle total de la centroizquierda y el avance de la derecha.
El PDL de Berlusconi, en efecto, logró arrebatar la región del Friuli Venezia Giulia, último enclave de la centroizquierda en el norte del país.
Ahí fue derrotado el actual presidente de la región, Riccardo Illy -empresario del famoso café Illy-, por el candidato del PDL, Renato Tondo.
El PDL también arrasó como nunca en Sicilia, desde siempre bastión de la derecha, donde el Movimiento por la Autonomía de Raffaele Lombardo, que se presentaba junto con el partido de Berlusconi, le ganó a la candidata del PD, Anna Finocchiaro, por un millón de votos, un margen abrumador, nunca antes registrado.
Otro durísimo golpe para la centroizquierda ocurrió en esta capital, su bastión desde hace 15 años, donde el candidato a alcalde, Francesco Rutelli (que también fue alcalde de Roma, antes de Walter Veltroni) no logró alcanzar el 50 por ciento más uno de los votos para ser elegido, por lo que deberá enfrentar un ballottage con Gianni Alemanno, candidato del PDL, en una batalla más que difícil.
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