El primer ministro británico, en la mira. Blair enfrenta la semana más complicada de su gobierno
Se presentará el informe final sobre el suicidio del experto en armas David Kelly La investigación revelará el miércoles si el gobierno tuvo alguna responsabilidad en el caso Además, el Parlamento deberá votar la polémica propuesta sobre aranceles universitarios
LONDRES.- Tony Blair vivirá esta semana el mayor desafío desde que asumió el gobierno en Gran Bretaña: afrontará el informe de la Justicia sobre la muerte de David Kelly, un respetado experto del gobierno que afirmó ante la BBC que el primer ministro mintió sobre la existencia de armas de destrucción masiva en Irak y que fue hallado sin vida en julio último, en un aparente suicidio.
Si pasado mañana lord Hutton, a cargo de la rigurosa investigación, informa al Parlamento que Kelly dijo la verdad (lo que equivale a afirmar que Blair mintió), la endeble imagen del premier británico podría hacerse trizas.
Una encuesta de la organización YouGov difundida anteanoche por el canal ITV reveló que el 60 por ciento de los británicos creen que el primer ministro debería cumplir con su promesa de renunciar si el informe Hutton confirma que el gobierno presionó a Kelly o si mintió sobre la existencia de armas en Irak para justificar la guerra. Y uno de cada tres británicos dijo que le cree cada día menos al premier laborista.
Otro sondeo, de la encuestadora Mori, reveló que el laborismo se encuentra ahora a sólo dos puntos de diferencia de la oposición conservadora. Hace un mes, ese margen era de siete puntos.
"Mi trabajo está en riesgo"
"Sé que mi trabajo está en riesgo -admitió Blair en una entrevista que publicó ayer The Observer-. El informe Hutton es una prueba sobre mi integridad. Los conservadores me acusan de ser un mentiroso y eso afecta mi honestidad", agregó, tan sólo horas después de que el jefe del grupo de investigación iraquí, David Kay, renunció, el viernes, tras afirmar que no hay armas de destrucción masiva en Irak (ver Pág. 3).
Robin Cook, ex ministro de Relaciones Exteriores, desafió a Blair a recuperar su "dignidad" y a reconocer que se había equivocado cuando dijo que Saddam Hussein poseía ese tipo de armas. Blair se limitó a constestarle con una frase ambigua que sorprendió a muchos: "Sólo digo que creí en los informes de inteligencia que me fueron suministrados en ese momento".
Se cree que Hutton lanzará duras críticas contra el ministro de Defensa, Geoff Hoon, el ex director de Comunicación de Downing Street Alastair Campbell y la propia BBC.
Tan sólo horas antes del veredicto de Hutton, el Parlamento decidirá mañana si aprueba o descarta la controvertida propuesta oficial de triplicar el costo de los aranceles universitarios, con la promesa de que los abultados montos sólo deberán ser pagados por los estudiantes una vez que se gradúen y reciban un salario.
La iniciativa provocó la furia de la Unión Nacional de Estudiantes, de padres, de alumnos y hasta de las universidades, que no creen que un aumento en las cuotas pueda solucionar el desfinanciamento crónico de esas casas de estudios. La propuesta oficial afirma que las universidades británicas sólo pueden mejorar su calidad cobrando a los estudiantes hasta 5000 euros por año.
El próximo jueves será otra jornada crítica para Blair: ese día entrará en vigor la polémica ley que flexibiliza las penas por consumo y portación de pequeñas cantidades de marihuana, que ya no será considerada una droga de alto riesgo. La ley encolerizó a asociaciones médicas y a padres, y dejó con la boca abierta a la policía, que no tiene en claro cuándo deberá apresar a un consumidor de marihuana y cuándo no.
"Prefiero tomar decisiones duras antes que elegir una vida política fácil. Pero tengo toda la intención de seguir siendo primer ministro el fin de semana que viene", dijo Blair en el reportaje con The Observer.
Para elaborar su informe, que ha despertado expectativas en todo el mundo, lord Hutton escuchó los testimonios de 74 testigos durante seis semanas y leyó miles de páginas de documentación. Hutton respetaba enormemente a Kelly, a quien consideraba un experto en armas que arriesgó su vida en Irak para hacer su trabajo. De hecho, antes de comenzar su investigación pidió un minuto de silencio en su nombre.
En un sobre sellado y en la más estricta reserva, las conclusiones de Hutton fueron a la imprenta el 19 de enero. Y sólo a partir de pasado mañana, cuando Hutton anuncie sus hallazgos por TV, serán publicadas en el sitio de Internet destinado al seguimiento de la investigación.
Las seis partes representadas en la pesquisa -entre ellos el propio Blair, la familia de Kelly y la BBC- recibirán el informe 24 horas antes, es decir, mañana. Pero no podrán hacer comentarios ni revelarlo hasta que sea publicado en el Parlamento.
David Kelly fue hallado muerto en julio pasado, poco después de que el corresponsal de temas de defensa de la BBC, Andrew Gilligan, difundió la versión de que Downing Street habría falseado y exagerado los informes de inteligencia sobre la existencia de armas de destrucción masiva en Irak.
El gobierno británico reaccionó con una feroz ofensiva contra la BBC, a la que acusó de difundir información falsa, y exigiendo a Gilligan que revelara sus fuentes.
El periodista se negó, pero lo que sí salió a la luz, en medio de aparentes presiones del gobierno, fue el nombre de Kelly, que admitió haberse entrevistado con el periodista de la BBC. Su nombre, aparentemente, fue "filtrado" a la prensa por el propio gobierno. Poco después, Kelly apareció muerto.
Quien quizá resumió mejor la delicada situación de Blair es el vocero de asuntos internacionales del Partido Liberal Demócrata, sir Menzies Campbell: "Entre el aumento de los aranceles universitarios y el informe de lord Hutton está sellado el destino de este gobierno".
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