Boinas, caballos y Barbies
CARACAS (De un enviado especial).- La Navidad, las elecciones, el calor: todo sirve de excusa a los venezolanos para juntar unos bolívares que los ayuden a pasar esta crisis, la peor que han vivido en años.
"Compra la verdadera boina del comandante, pana (amigo)", pide un vendedor ambulante a la salida del subterráneo en Sabana Grande, una de las principales arterias de esta ciudad.
La boina de fieltro roja, que se vende a unos 2 dólares, se ha convertido en el símbolo de los "chavistas". Junto al oportunista vendedor, militantes del Movimiento V República de Hugo Chávez ofrecen también la adhesión al partido: con llenar una planilla, le entregan su carnet.
"Está arrecho (bárbaro)", dice Salvador, un taxista de 26 años que muestra con orgullo su prendedor con la imagen de Chávez; "mi propio salvador", como él lo define.
A los costados de las calles de esta ciudad de veredas estrechas ya comenzaron a aparecer los pinos, tanto verdaderos como artificiales, para festejar la Navidad.
"Cinco mil bolívares (unos 10 dólares)", exige un vendedor, sabiendo que es mucho. "Bueno, por las elecciones te lo dejo a dos mil quinientos", dice finalmente buscando alguna excusa de la cual sacar partido.
Un poco más allá, sobre la autopista, los autos hacen cola. Cinco jóvenes aprovechan el embotellamiento típico del tránsito de Caracas para ofrecer tostones (papas fritas), refrescos y remeras con la imagen de un Henrique Salas Romer montado en su blanco corcel, el ya famoso Frijolito, al mejor estilo del Llanero Solitario.
Los seguidores de Salas Romer, un fanático de los caballos, lucen todos remeras amarillas, el color de su Proyecto Venezuela, con leyendas como "Para traerle alegría a mi pueblo" o "Salas Romer, un cambio radical".
Sorprendentemente, uno de los fetiches que aún goza de popularidad en estos días es la muñeca de Irene Sáez, la ex Miss Universo que ya fue virtualmente desplazada de la pasarela electoral. Copiada de las Barbies, la versión que más se vende es la que lleva puesta la bandera venezolana.
Anoche, mientras analistas y periodistas conjeturaban cómo votarán los venezolanos mañana, la mayoría se rendía ante los caprichos de la protagonista del popular culebrón brasileño "Xica da Silva" y otros se disponían a ir de rumba (de fiesta) y pasar una noche bien chévere, tratando de olvidar, por algunos momentos, la profunda transformación que se acerca.
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