Bolsonaro le hizo un guiño a Macri y ratificó que seguirá en el Mercosur
El candidato ultraderechista señaló que el bloque regional "no será guiado por cuestiones ideológicas" y expresó su deseo de reunirse con el Presidente; lo felicitó por haber derrotado al kirchnerismo
RÍO DE JANEIRO.- En un guiño hacia la Argentina, el candidato presidencial ultraderechista brasileño Jair Bolsonaro -gran favorito para ganar el ballottage del 28 de octubre - elogió ayer a Mauricio Macri por haber terminado con los gobiernos kirchneristas, expresó su deseo de reunirse pronto con el mandatario argentino y otros líderes regionales, y ratificó su compromiso con un Mercosur libre de sesgos ideológicos.
"Primero, un abrazo a Macri. Felicitaciones por haber sacado a la 'Dilma Kirchner'", respondió ante una pregunta de LA NACION el aspirante del Partido Social Liberal (PSL), que comparó a la expresidenta y actual senadora argentina Cristina Kirchner con la destituida mandataria brasileña Dilma Rousseff, del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT). Su ocurrencia, en medio de una conferencia de prensa tras un encuentro con aliados y militantes en el hotel carioca Windsor Barra, generó fuertes aplausos entre los simpatizantes del polémico exmilitar y diputado presentes en el salón.
Al referirse al bloque comercial que integran la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, el brasileño destacó que quisiera juntarse lo antes posible con los líderes vecinos, pero solo mencionó de manera específica a Macri y al paraguayo Mario Abdo Benítez, además del chileno Sebastián Piñera, aunque el país trasandino no forma parte del grupo. Fue una forma de agradecer los comentarios positivos que hizo Piñera esta semana sobre el plan económico neoliberal impulsado por Bolsonaro. Dejó notoriamente afuera al presidente de Uruguay, el izquierdista Tabaré Vázquez, desde cuyo gobierno surgieron algunas críticas hacia él.
"El Mercosur tiene su valor, pero fue desfigurado por el PT. No abandonaremos el Mercosur, pero no será guiado por cuestiones ideológicas", resaltó y cuestionó la gran deuda adquirida por Venezuela con empresas brasileñas.
"Tenemos la voluntad de negociar con nuestros hermanos latinoamericanos, con todos, pero no como lo venía haciendo el PT, priorizando la cuestión ideológica. Queremos una América del Sur con cada país independiente, obviamente, pero unida para el bien de todos. Haremos negocios con todo el mundo, y en lo que depende de mí y del Congreso, buscaremos muchas alianzas", agregó.
La reunión con aliados y militantes en el hotel de Barra de Tijuca fue el primer evento de campaña de Bolsonaro desde que el 6 de septiembre sufrió un atentado. Participaron del encuentro a puertas cerradas unos 300 candidatos del PSL que ya ganaron disputas o aún compiten en ballottages. En la primera vuelta presidencial, Bolsonaro obtuvo el 46% de los votos frente al 29% de su principal rival, el exalcalde de San Pablo Fernando Haddad, del PT, con quien se volverá a medir en menos de tres semanas.
En el breve intercambio con los periodistas, el candidato reafirmó las banderas más populares de su campaña, algunas de ellas controvertidas: la lucha contra la corrupción, la mano dura contra la inseguridad, la libre portación de armas y la defensa de los valores familiares tradicionales. Asimismo, ante los medios de información, resaltó el papel del periodismo y aseguró que garantizará la libertad de prensa, aunque frente a sus correligionarios advirtió que parte de los medios solo quieren atacarlo y recomendó a sus aliados hablar lo menos posible con periodistas.
Aprovechó la oportunidad para revalidar a su principal asesor económico, el neoliberal Paulo Guedes, educado en la Universidad de Chicago, como su eventual ministro de Economía, y para anunciar que su jefe de gabinete será el diputado Onyx Lorenzoni, del derechista Partido Demócrata, mientras que el respetado general Augusto Heleno, excomandante de la misión de paz de Naciones Unidas en Haití, será el titular de Defensa.
"¡Falta poco para que comencemos a cambiar nuestro Brasil!", afirmó en la conferencia, que comenzó con un agradecimiento a Dios por haberlo salvado del atentado.
Y al comentar las declaraciones sobre él de la política francesa Marine Le Pen, resaltó: "Yo no soy de extrema derecha. Como ya dije en el pasado con respecto a la cuestión de inmigración, no podemos tener un país de fronteras abiertas. Soy un admirador del presidente Trump; él quiere unos Estados Unidos grandes, yo quiero un Brasil grande".
Bolsonaro, que no participó de la mayoría de los debates televisivos bajo el argumento de que se encuentra aún en recuperación, no descartó ausentarse también de los dos debates que restan "por una cuestión estratégica". Y no pasó oportunidad para criticar a Haddad, que reemplazó en la fórmula petista a Lula.
"¿Voy a debatir con un tipo que es un fantoche, enviado por otro y que es un camaleón?", dijo en referencia a las modificaciones en la campaña del PT para distanciar a Haddad de Lula. "Y veo que Haddad me pregunta qué hice durante los 28 años que pasé en el Congreso. Le respondo: 'No robé a nadie'", afirmó el candidato, celebrado por sus seguidores.
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