Tragedia en Brasil: "Aún hay chances de encontrar personas vivas", dijo uno de los rescatistas

BRUMADINHO.- La desesperación crece con el paso de las horas. La búsqueda por sobrevivientes de la tragedia en el sudeste de Brasil fue intensificada en su cuarto con el apoyo de un contingente israelí que llegó a la región ayer.

Al tiempo que las autoridades confirmaron que ya son 60 los muertos y 292 los desaparecidos, la expectativa es continuar con los trabajos pese a que las condiciones del lugar obligaron a paralizar las operaciones por la madrugada. "Aún hay chances de encontrar personas vivas", dijo hoy el teniente coronel de Defensa Civil Flávio Godinho, en la coordinación de los trabajos.

Ante este panorama, un contingente de 136 efectivos y 16 toneladas de equipos provenientes de Israel pisó suelo de Brumadinho, localidad en Minas Gerais, anoche y se sumó de inmediato a las labores de búsqueda. El presidente Jair Bolsonaro aceptó la ayuda de Israel, un país con el que busca estrechar relaciones.

La rotura de un dique de la gigante brasileña Vale el viernes al mediodía provocó que ríos marrones con residuos de minería y agua arrasaran con casas, estructuras de la empresa y vehículos tapiándolos en segundos.

El lodo se apoderó de la región, y los bomberos trabajan en condiciones difíciles, de profundidades de hasta 15 metros de barro y arenas movedizas, realizando excavaciones en busca de sobrevivientes o cuerpos de personas.

"Considerando el tipo de tragedia y las proporciones, existe la posibilidad de que algunos cuerpos no sean recuperados", dijo el teniente Pedro Aihara, portavoz de los bomberos.

La desesperación de las familias

Pero la desesperación continúa. Decenas de personas desconocen el paradero de familiares y amigos, y apenas un tercio de los cuerpos rescatados fue reconocido. Personas que lograron sobrevivir al impacto de la marea de lodo no salen de su asombro por la tragedia que viven.

"Corrimos hacia arriba y vimos que todo se iba. Perdimos todo", relató Lauriane Oliveira da Souza, una residente en Brumadinho. "Me arrodillé, comencé a llorar y agradecí porque mi familia está viva", dijo.

La catástrofe ocurre a tres años y dos meses de otra tragedia minera en Mariana, a 125 km de Brumadinho. Vale era también una de las propietarias del dique que se rompió en ese municipio en noviembre de 2015, dejando 19 muertos y ocasionando el peor desastre ecológico de la historia de Brasil.

La represa no era usada desde hacía tres años y había sido verificada regularmente, según la firma. El accidente desató críticas de organizaciones ambientales, líderes políticos y expertos en gestión de riesgos.

Si bien el desastre de Samarco en 2015 arrojó aproximadamente cinco veces más desechos mineros, la ruptura de la presa del viernes fue mucho más mortal, ya que el barro golpeó las oficinas locales de Vale, incluida una cafetería llena de gente, y atravesó un área poblada cuesta abajo.

La estabilidad de la represa

El presidente ejecutivo de Vale, Fabio Schvartsman, dijo que las instalaciones fueron construidas de acuerdo con las leyes y que el equipo había demostrado que la represa estaba estable dos semanas antes. El auditor alemán TUV SUD dijo el sábado que inspeccionó la represa en septiembre y que todo estaba en orden.

El retroceso ante el desastre podría amenazar los planes de Bolsonaro de flexibilizar las restricciones en la industria minera, incluidas propuestas para abrir reservas indígenas y grandes franjas de la selva amazónica para la minería.

Agencias AFP y Reuters