Cataluña: un camino sinuoso hacia la institucionalidad

Escenario confuso

La investidura del presidente regional quedó en un limbo de duración incierta. La sesión de ayer no fue cancelada, sino "aplazada". No se sabe hasta cuándo. Eso complica saber cómo corren los plazos que establece la norma. Pero parece claro que el presidente de la Cámara, que milita en Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), no está dispuesto a un choque con la normativa

El candidato

Ayer Puigdemont no fue votado. En principio, se establece que si una sesión fracasa debe haber otra en no más de 48 horas. En caso de nuevo revés, quedan dos meses para buscar nuevo candidato. Cumplido ese plazo, se llama nuevamente a elecciones. Esto no es del agrado de Junts per Catalunya (JxCat), que quiere forzar la candidatura de Puigdemont. Algo que parece cada vez más difícil por su situación procesal y su negativa a correr el riesgo de presentarse en España

Plan B

No hay, todavía, un plan B claro. Pero crece el consenso en favor de buscar una salida alternativa. Los llamados partidos constitucionalistas -Ciudadanos, Partido Popular (PP) y el socialismo catalán (PSC)- se inclinan por buscar un candidato alternativo. El problema es que ellos carecen de bancas para imponer ese criterio. Esa opción solo podría prosperar con apoyo de sectores independentistas, entre ellos, de ERC, críticos del personalismo de Puigdemont