Cerrar la prisión, un desafío muy complicado
Para Despouy, EE.UU. está frente a un dilema
La promesa de cerrar la prisión de Guantánamo en un año, realizada por el presidente Barack Obama durante su campaña electoral, no será fácil de cumplir, según la opinión de Leandro Despouy, relator especial de Naciones Unidas para la independencia de jueces y abogados.
"Si bien en el informe que realizó la ONU, una de las principales conclusiones fue la necesidad de cerrar la prisión, cumplir ese objetivo resulta sumamente complejo", señaló.
Despouy fue uno de los encargados de realizar el informe sobre la situación judicial de Guantánamo que la ONU publicó en 2006, en el cual se denunciaron los maltratos a los prisioneros y el vacío legal que reinaban en el lugar y se pidió con urgencia su cierre definitivo.
Al comentar el anuncio de ayer de Obama, de restablecer los tribunales militares creados por la administración Bush para juzgar a los presos de Guantánamo, Despouy señaló a LA NACION que "difícilmente" se vuelva "a la posición restrictiva" del gobierno anterior.
"Yo creo que Obama está sometido a una puja interna, en donde lo apresuran. Pero por las terribles condiciones de detención y las torturas, difícilmente se puede dar marcha atrás en las decisiones del nuevo presidente. Además, están planteadas las responsabilidades de las personas y los métodos que han llevado a cabo, en donde están comprometidos personajes como [el ex secretario de Defensa Donald] Rumsfeld. Esos métodos son contrarios a la convención contra la tortura", sostuvo.
"Lo que está planteado -continuó- es el grave problema de los que llevaron a cabo las políticas de detención. Por eso creo que aún no está claro si la administración Obama va a retroceder sobre su propuesta de transparencia."
Si bien Obama había expresado su intención de cerrar la prisión, no está claro aún cómo se va a realizar ni a qué lugar serán trasladados los liberados. En algunos casos, ni siquiera se sabe por qué están encerrados allí.
Hasta el fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, la persona elegida por Obama para encargarse del cierre, admitió que será complejo. Gran parte de este año será destinado a revisar los casos de cada uno de los prisioneros. "Nos tomará mucho tiempo mirar todos los documentos hasta que lleguemos a tener un panorama de lo que Guantánamo es y de lo que fue", dijo.
El vacío legal en el que se encuentran los presos es una de las principales causas del problema. Para Despouy, "la figura [que creó Bush] de enemigo combatiente es una categoría que no existe en ninguna legislación", por lo que no se le aplica ni el derecho internacional ni el nacional. Por eso, para Estados Unidos no hay que liberarlos, porque no son prisioneros de una guerra que ya terminó, sino que son combatientes permanentes a los que no se les aplica ninguna ley".
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