Chechenia: terminó el juicio sobre los ataques que desencadenaron la guerra
MOSCU.- El Tribunal Municipal de Moscú condenó hoy a cadena perpetua a dos de los acusados de los misteriosos atentados en edificios de Volgodonsk y de la capital rusa que en 1999 causaron más de 240 muertos y desencadenaron la actual guerra de Chechenia.
Adam Dekkushev y Yusuf Krimshamjálov, detenidos el año pasado en Georgia y extraditados a Rusia, fueron declarados culpables de terrorismo, asesinato, pertenencia a banda armada, posesión y transporte de explosivos y cruce ilegal de fronteras.
El fiscal Serguéi Verbin dijo que la culpabilidad de los acusados estaba demostrada y ambos se merecían la pena capital, pero pidió la cadena perpetua teniendo en cuenta que en Rusia rige una moratoria sobre la pena de muerte a instancias del Consejo de Europa.
El proceso se celebró a puerta cerrada, a pesar de las demandas de transparencia en un caso en el que se llegó a intuir la mano de los servicios secretos rusos detrás de los atentados.
Esta acciones terroristas sirvieron de pretexto para desatar la segunda guerra chechena, que catapultó al poder al presidente ruso, Vladímir Putin.
Durante el juicio, los acusados reconocieron parte de las acusaciones al sostener que fueron manipulados por los organizadores de los atentados y que nunca supieron que las víctimas serían civiles.
"Estamos en total desacuerdo con el veredicto, muchas afirmaciones se basan en mentiras", dijo Krimshamjálov hoy a la prensa, que fue admitida en la sala sólo en la sesión final para escuchar el fallo.
Sobre los dos acusados, oriundos de la república caucásica rusa de Karachaevo-Cherkesia, se demostró que fueron adiestrados en campamentos de extremistas islámicos en la rebelde Chechenia, aunque dijeron creer que los atentados se iban a perpetrar contra instalaciones militares y no civiles.
Más de 240 personas murieron en los atentados cometidos contra edificios de viviendas en Moscú, en la calle Gurianov y la avenida de Kashira, el 9 y 13 de septiembre de 1999, y en Volgodonsk, en el curso bajo del Volga, el 16 de septiembre.
Según la Justicia rusa, los "cerebros" de aquellos atentados fueron los comandantes árabes de la guerrilla chechena Jattab y Abú Umar, muertos durante la guerra, al igual que otros cuatro extremistas, ciudadanos rusos oriundos del Cáucaso.
El último acusado, que de momento ha eludido la Justicia, es Achiméz Gochiáyev, quien alquiló los sótanos de los edificios destruidos y de otros inmuebles en Moscú para almacenar sacos de azúcar que en realidad contenían explosivos.
Pero el Tribunal no investigó las denuncias de Gochiáyev, realizadas a la prensa, de que la orden de alquilar los sótanos la había recibido de un "socio" que después resultó ser un oficial del Servicio Federal de Seguridad (FSB, ex KGB) encargado de infiltrar agentes en la guerrilla chechena.
Otro interrogante que quedó sin respuesta es por qué la noticia del atentado de Volgodonsk se difundió en la Duma o Cámara de Diputados tres días antes de que ocurriera en realidad, en lo que se sospecha que fue una descoordinación dentro del FSB.
Tampoco se investigó un extraño incidente ocurrido días después del atentado en Volgodonsk en la ciudad de Riazán, donde la policía, avisada por los vecinos de una casa, detuvo a agentes del FSB en el momento en que colocaban sacos con explosivos en el sótano del edificio.
El director del FSB, Nikolái Pátrushev, afirmó entonces que se trataba de un "ejercicio" para poner a prueba la eficacia de los órganos del orden público, pero nunca explicó por qué, como denunció la policía de Riazán, los sacos con azúcar contenían en realidad explosivos y detonadores auténticos en vez de simuladores.
Una investigación independiente de aquellos enigmáticos sucesos, lanzada por diputados liberales y grupos humanitarios, terminó sin éxito y con acusaciones al FSB de poner trabas a sus labores.
Cinco personas que perdieron a sus familiares en los atentados de 1999 y en la toma del teatro Dubrovka de Moscú por un comando chechén en octubre de 2002 exigieron hoy a Putin y a los demás candidatos a la Presidencia rusa en los comicios de marzo próximo que expliquen si algún día se investigarán a fondo aquellos dramas.
"No logramos obtener de las autoridades una respuesta sobre los hechos que prueban la responsabilidad del poder en los atentados y la muerte de los rehenes del Dubrovka. Queremos saber si algún día se ordenará una investigación imparcial o bien continuará el pacto del silencio sobre la muerte de nuestros prójimos", señalaron.
Fuente: EFE
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