China, no tan cerca como busca Chávez
El comercio bilateral se multiplicó, pero Pekín mira al país con alarma
PEKÍN.– En sus casi 14 años de gobierno, Hugo Chávez visitó China seis veces, un número que subraya la importancia que el presidente le concede al gigante asiático, y que despertó una agria polémica en Venezuela en la antesala de las elecciones de hoy.
Desde su primera visita en 1999, Chávez intentó convertir a China en un socio comercial de peso y en un apoyo político para su "revolución bolivariana", guiado por lo que él identifica como una afinidad ideológica entre ambos. Pero, pese a los coqueteos de Chávez, China encaminó las relaciones bilaterales con pragmatismo y motivaciones económicas. En la última década, Pekín se consolidó como uno de los mayores clientes del petróleo venezolano, aunque no se convirtió en el socio político que Chávez esperaba.
A primera vista, las cifras económicas parecerían corroborar la importancia estratégica de China para Venezuela. El intercambio comercial pasó de 1900 millones de dólares al comienzo del gobierno de Chávez hasta los 10.272 millones en 2010, lo que consolidó a Pekín como su primer socio comercial. Además, Caracas pasó a exportar este año a China 640.000 barriles de petróleo por día, un 39% más que en 2011. Y la meta es llegar a un millón para 2015.
Pero hay que tener en cuenta que el comercio bilateral está casi por completo atado al petróleo: Caracas no hizo ningún esfuerzo por diversificar la canasta exportadora. En total, el crudo constituyó el 78,3% de las ventas a China entre 2007 y 2009, según la Comisión Económica para América latina y el Caribe (Cepal).
Los esfuerzos de Caracas por atraer a los empresarios de la segunda mayor economía mundial también han sido, hasta el momento, poco exitosos. Entre 1990 y 2009, la inversión china en Venezuela sumó apenas 240 millones de dólares, mientras que en ese mismo período alcanzó los 2263 millones de dólares en un país menos cercano políticamente como Perú, según cifras de la Cepal.
La realidad es que, pese al alto intercambio en la balanza petrolera, China ve la situación económica en Venezuela con alarma. "La situación doméstica realmente preocupa a los inversionistas chinos", señaló a LA NACION el economista Wang Peng, investigador de la Academia China de Ciencias Sociales.
"Los riesgos políticos en Venezuela son muy altos", explicó el especialista en Venezuela del principal think tank chino, que describe al país sudamericano como una "mala elección" para las inversiones.
"El gobierno venezolano trata de centralizar poder para controlar el mercado. Las compañías extranjeras no pueden obtener dólares [por el control de divisas] o transferir sus ganancias a sus países. Y las divergencias políticas son fuertes entre el partido de gobierno y los de la oposición", añadió Peng.
Así, casi sin proponérselo, China se convirtió en un protagonista de la campaña electoral venezolana. En particular, Pekín fue señalada como una fuerza detrás de la reelección de Chávez gracias a una serie de multimillonarios préstamos que proveyeron al presidente de liquidez para invertir en proyectos sociales, inaugurados en época electoral con bombos y platillos.
Paula Ramón
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