Las negociaciones de paz, en crisis. Colombia: ahora las FARC condicionan el diálogo
BOGOTA.- Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la guerrilla más poderosa del país, condicionó ayer las negociaciones de paz con el gobierno del presidente Andrés Pastrana como reacción a la medida del mandatario de cancelar una audiencia pública internacional a causa del asesinato de una mujer con un collar bomba.
"La mesa de diálogo se suspendió y sólo se reinstalará cuando el gobierno decida realizar la audiencia pública internacional sobre la sustitución de cultivos ilícitos, que canceló sobre la base de falsas acusaciones hechas a las FARC de haber cometido el bárbaro asesinato de una señora con una bomba en su cuello", dijo Edgar Devia, el vocero de la organización guerrillera, más conocido como Raúl Reyes.
Según el insurgente, "la audiencia internacional -prevista para los dos últimos días de este mes- no se puede cancelar unilateralmente, porque eso es poner en riesgo el esquema del diálogo de paz. Si el gobierno mantiene su apresurada decisión, será el responsable de las consecuencias".
Reyes agregó: "Volveremos a la mesa de diálogo, pero sólo cuando el gobierno decida mantener el compromiso adquirido con las FARC y con los delegados de los 21 países que colaborarán en la realización de la audiencia, porque es un punto muy importante del proceso" de paz.
Las FARC están muy interesadas en la audiencia con 21 países sobre sustitución de cultivos ilícitos, porque el encuentro le otorgaría un status y un reconocimiento internacional que hasta ahora no posee.
Por su parte, el alto comisionado para la Paz, Camilo Gómez, garantizó que las partes convinieron en citarse "próximamente" para una nueva sesión de trabajo.
Asesoramiento externo
Pastrana suspendió la audiencia indignado por el asesinato, con un collar bomba, de Elvia Cortez, de 54 años, quien se había negado a pagar a las FARC una extorsión de 7500 dólares. Aunque la organización guerrillera negó la autoría del hecho, las autoridades están convencidas de que es la responsable del crimen.
Debido a la sofisticación del artefacto explosivo, el director de la policía nacional, general Rosso Serrano, opinó que los criminales debieron haber recibido instrucción de grupos terroristas como la ETA o el IRA.
Expertos en explosivos trabajaron siete horas para intentar desactivar la bomba, que tenía un cuádruple sistema de detonación. El estallido causó la muerte de Cortez y de un policía.
Las autoridades señalaron reiteradamente que sólo las FARC tienen la capacidad económica para asesorarse y elaborar un dispositivo tan avanzado.
La acción criminal, que tuvo lugar en la ciudad de Chiquinquirá, causó conmoción en toda Colombia y una serie de airadas protestas por parte de todos los sectores de la sociedad. El obispo de Chiquinquirá, monseñor Héctor Gutiérrez, pidió al gobierno de Pastrana retirarse definitivamente de la mesa de diálogo.
Mientras tanto, las Naciones Unidas propusieron al gobierno y a las FARC la creación de una comisión de arbitraje que permita superar las crisis eventuales en el proceso de paz, como la creada esta semana por el asesinato de Cortez.
Marchas contra la guerrilla
BOGOTA (AFP).- Cientos de colombianos marcharon ayer por las calles de Chiquinquirá, 110 kilómetros al nordeste de Bogotá, para protestar contra las FARC y condenar el asesinato, el lunes último, con un collar bomba, de Elvia Cortez.
Portando banderas blancas, faroles y carteles alusivos a la paz, los pobladores de Chiquinquirá marcharon por las calles de la localidad para rechazar el crimen, por el que responsabilizaron a la organización terrorista.
Tras la caminata, los pobladores asistieron a un oficio religioso presidido por el obispo de Chiquinquirá, monseñor Héctor Gutiérrez.
Las manifestaciones, que fueron convocadas por la Iglesia Católica y la organización pacifista No Más, se extendieron también a Bogotá y otras ciudades del interior del país.
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