Con menos muertes, China también sufre por los ataques en escuelas

PEKÍN.- El mismo día de la matanza en Connecticut, en la provincia china de Henan, Min Yongjun, un hombre de 36 años, hirió a 23 chicos y a una anciana de 85 años con un cuchillo. Ambos casos revelan síntomas similares: sociópatas que atacan sin motivos aparentes a un grupo social.

En los últimos dos años, China experimentó un aumento de ataques que, por sus características, no pueden ser clasificados ni como atentados terroristas ni como prácticas del crimen organizado. Corresponden a la tipología del FBI que los cataloga con el término spree killing , que sucede cuando un individuo, por motivos personales, decide asesinar al mayor número de personas en el menor tiempo posible antes de ser abatido o suicidarse.

"No sólo es sorprendente que estas masacres sigan apareciendo, sino que también es impactante la inacción del gobierno de Estados Unidos", dijo Hu Xijin, redactor en jefe del diario Global Times, controlado por el Estado.

Pese a las condenas hacia Estados Unidos, la prensa oficial mantuvo el silencio ante el ataque en Henan y los cibernautas expresaron su rechazo no sólo ante los hechos sino hacia la actitud de los medios.

"Cuando los chicos en Estados Unidos se ven perjudicados, la nación entera comparte el dolor y la gente de todo el mundo muestra su simpatía. Cuando los chicos se ven perjudicados en China, los principales medios lo minimizan y los funcionarios a cargo se ponen a jugar", escribió un usuario de Weibo, el Twitter chino.

A las 7 de la mañana del viernes pasado, Min Yongjun, de 36 años, ingresó en la vivienda de una mujer de 85 años cerca de una escuela primaria rural y tras golpearla repetidamente la apuñaló con un cuchillo que halló en esa casa. Minutos después, arremetió contra los estudiantes de la escuela e hirió a 23 de ellos, antes de ser controlado por los profesores y la policía.

El diario Chutian Golden Dialy reportó que un chico de cinco años fue trasladado en condición crítica al hospital de Tongji. El menor estaba inconsciente con sangrado cerebral y una fractura en el cráneo.

El hospital también recibió a otros siete menores con heridas serias, desde amputaciones de dedos hasta heridas profundas en los rostros. Al final del día, Rao Mingsheng, director de salud de la ciudad, manifestó que todos se encontraban estables.

"Esta mañana un hombre loco atacó a 22 chicos en una escuela primaria en China. Pero el hombre loco tenía un cuchillo. ¿Número de muertos? Cero", escribió Michael Moore, director de la película Bowling for Columbine, en Twitter.

Desde 2010, las cifras de los ataques en China suman 21 víctimas mortales. La reciente masacre en Estados Unidos acabó con 27 vidas en unos minutos. Según la ONU, el país americano registra el cuádruple de homicidios que China.

La diferencia radica en el acceso a armas de fuego en ambos países. En China, se aplican leyes estrictas frente a la venta, compra y posesión de armas.

Según la Regulación de Armas de Fuego, Municiones y Cacería de la República Popular China, "las armas sólo pueden ser portadas por el ejército, los paramilitares o el personal de seguridad que protege propiedad estatal de importancia. La posesión de armas por civiles es estrictamente vigilada y la única salvedad es con propósitos de caza".

"Cuando viajo a Estados Unidos siempre me dicen que en China no hay libertad. Pero aquí yo me siento libre, puedo caminar de noche tranquilo y sé que nadie tiene armas. Cuando estoy allá, nunca sé qué guardan las personas bajo sus cinturas", comentó a la nacion el doctor en Química de la Universidad de Química y Tecnología de Pekín Jiang Zhizhong.

En el caso de Min Yongjun, se habla de que el atacante "actuó por deseos de fama en vistas del inminente fin del mundo", según el China Daily. Otras fuentes apuntan a "que su agresión obedecía a una epilepsia de por vida" o a que tenía una enfermedad mental. Ninguna versión fue confirmada por las autoridades.

No es la primera vez que China registra actos similares contra chicos y adolescentes en escuelas. Justo un día antes, un hombre de apellido Hu, de 25 años, fue arrestado como sospechoso de haber agredido con arma blanca a varias mujeres en el subte de Pekín aludiendo venganza por "desilusiones sentimentales".

Entre 2010 y 2011 se registraron algunos ataques de este tipo, y hasta el viernes pasado 2012 había transcurrido sin pormenores, al menos revelados por la prensa.

Las personas que son encontradas con armas de fuego en China pueden ser sometidas a tres años de prisión, y si se ven involucradas en un crimen pueden recibir pena de muerte. Sin embargo, el creciente aumento de los ataques no demuestra que las fuertes consecuencias penales funcionen como un control.

En China, el difícil acceso a las armas no limita las acciones, pero sí su poder destructivo. Recordemos: el asesino de Connecticut iba armado con una pistola Sig Sauer, una Glock y dos fusiles semiautomáticos de uso militar. El agresor de Henan robó el cuchillo de la cocina de la casa de su primera víctima.

Esteban Córdoba Arroyo