EE.UU. / Dos libros que dan que hablar. Con revelaciones sobre su pasado, vuelven los Bush
George W. y Laura escribieron las memorias de sus años en el poder
WASHINGTON.- Carga con el sello de ser uno de los presidentes más impopulares de Estados Unidos. Lleva, junto a su esposa, 16 meses fuera de la Casa Blanca, período en el que no ha dado ni una sola entrevista y se ha cuidado mucho de aparecer en público y hacer declaraciones.
Pero, lejos del olvido y del oprobio de esa carga, George W. y Laura Bush vuelven a la escena gracias a sus autobiografías, para contar en primera persona sus vidas y, particularmente, sus ocho años en el poder.
"Cada uno contó su propia historia, pero, por momentos, era inevitable que George y yo pugnáramos por narrar una misma cosa y, como ambos nos hemos leído mutuamente los borradores, hubo momentos en que George me decía: «¡Eh! Esa historia es mía, déjamela, que la estoy usando en mi propio libro». Y cuando eso ocurría, yo se la dejaba", confesó Laura, al relatar aspectos de la tarea común de escribir la visión individual de esos difíciles ocho años.
Con el título Spoken from the Heart " (Dicho de corazón), las memorias de la ex primera dama ya han salido a la venta, al precio de 30 dólares por volumen, y han trepado al número 1 en la lista de best sellers en la categoría de no ficción del diario The New York Times . Con una cierta visión comercial, la aparición coincidió con la celebración aquí del Día de la Madre, lo que llevó a que el libro -mezcla de confesión, frivolidad y apunte político- se convirtiera en un éxito de ventas.
Entre las primeras cosas que cuenta, figura el "alivio" que ambos sintieron cuando dejaron la Casa Blanca y regresaron a su famoso rancho de Texas. "Cuando volvimos a la calma, nos dimos cuenta del estrés en que vivíamos", escribió.
En el libro narra intimidades de sus encuentros con personalidades de todo el mundo -se puso particularmente ansiosa con la visita del matrimonio Putin a Washington, ya que "todo tenía que salir perfecto"-, así como intimidades de los viajes de George y ella alrededor del mundo. Y, en caso de que alguien quiera buscarla, no hay mención alguna de aquella memorable escala por la Argentina, cuando, en 2005, el gobierno del ex presidente Néstor Kirchner amparó insultos y hostilidades contra Bush, de visita en el país, proferidos en una polémica "contracumbre" a la Cumbre de las Américas en Mar del Plata.
Mareo y sospecha
En tren de contar viajes, la ex primera dama revela cómo, en ocasión de una visita a Alemania por la cumbre del G-8 de 2007, el Servicio Secreto sospechó un posible caso de envenenamiento contra Bush y toda su comitiva: "Yo apenas podía estar de pie... durante todo el día siguiente, una docena de miembros de nuestra delegación también se sintieron mal, incluso George, que se sintió mareado durante una reunión con su personal".
El Servicio Secreto temió "que algunos terroristas hubieran conseguido hacerse de alguna sustancia peligrosa y la hubieran colocado en nuestro hotel", dijo. Lo cierto es que nunca llegó a saberse qué ocurrió.
Entre las frivolidades de la vida en la Casa Blanca, revela su sorpresa ante la afición por la bebida del príncipe de Gales, Carlos de Inglaterra, y de su esposa, Camilla. Lo hace al recordar cómo, en el momento de empezar el largo besamanos previo a una recepción, ambos visitantes pidieron vasos con hielo.
"El príncipe sacó una petaca del bolsillo y echó en cada vaso lo que supongo que debía ser ginebra pura, para animarse antes de empezar a estrechar manos", comentó.
Pero, junto con estos episodios, Laura Bush utilizó sus memorias para sincerarse sobre uno de los momentos más trágicos de su vida y uno sobre el que hasta ahora se había resistido a hablar en público: el accidente de tráfico que protagonizó cuando tenía 17 años, que le costó la vida a un compañero de clase, de nombre Mike Douglas. "Todo lo que hacía era rezar para que estuviera vivo. «Por favor, Dios mío», supliqué una y otra vez", recuerda. Y admite luego que la "falta de respuesta divina" frente a su error la llevó a tener "una crisis de fe" durante muchos años.
En todo el libro, Laura desliza críticas hacia los periodistas que formulaban preguntas "impertinentes" y a los opositores que divulgaban públicamente intimidades sobre los hijos de candidatos rivales. También resta importancia a los problemas de su marido con el alcohol y a la lengua filosa de su suegra Barbara, y nunca duda en brindar su apoyo a su esposo, aun en temas que generaron gran resistencia, y a sus colaboradores (incluido el polémico Karl Rove, a quien califica de "divertido y cálido").
Para las memorias del ex presidente habrá que esperar hasta noviembre. Llevan como título Decision Points (Momentos decisivos) y, según lo que se ha filtrado hasta ahora, en el texto Bush asume "con franqueza" la explicación de decisiones como la invasión de Irak, las reacciones a los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 o la respuesta dada al desastre provocado por el huracán Katrina. "Se trata de las 14 decisiones políticas más difíciles del ex presidente" durante su gestión, precisó Tina Constable, vicepresidenta editorial de Crown, el sello editorial que publicará el libro.
UN RATON SUELTO EN LA CASA BLANCA
WASHINGTON (EFE).– Los estrictos controles de seguridad en la Casa Blanca parecen no funcionar con un invitado indeseado, un pequeño ratón que se pasea a sus anchas. Ayer, por segunda vez en pocos días, el roedor salió a pasear por los jardines de la residencia en medio de un discurso del presidente Barack Obama, ajeno a los focos y flashes de las cámaras
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